El temor a la presencia de una banda que roba niños ha causado gran tensión en la población azuaya y los moradores del sur de Cuenca lo exteriorizaron el pasado 27 de septiembre cuando quemaron el vehículo de un presunto delincuente porque escucharon que se robaba a menores.

Horas más tarde, la Policía aclaró que los detenidos en ese auto eran robacasas y que nunca hubo contacto con niños, que todo fue una confusión emitida en redes sociales.

Juan Soria, comandante de Policía del Azuay, reconoce que cada semana reciben denuncias sobre desapariciones, pero dijo que la mayoría de casos ocurren porque los padres los descuidaron “un ratito” y que se los recupera en cuestión de horas o en el peor de los casos, en dos días. Solo en septiembre, según el agente, tuvieron seis denuncias de menores desaparecidos, pero que finalmente retornaron a su domicilio con sus padres.

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Por ahora las autoridades investigan a Angélica V., de 36 años, ya que en su casa ubicada en el sector de Los Álamos, de la parroquia rural Cumbe, estaba Deisy A., de 4 años, desaparecida el viernes 14 de septiembre en el sector de la feria libre y la devolución a los progenitores se hizo el lunes 17.

Según Soria, esta mujer es reincidente ya que en su poder estaba otra niña de 3 años, desaparecida el 20 de julio, en la feria libre. Ella está detenida en la cárcel de Turi. (I)