‘¡No a la impunidad! fue uno de los gritos que se escuchó la noche del pasado 26 de septiembre en la vigilia realizada en la Plaza Grande tras cumplirse seis meses del secuestro de Javier Ortega, Efraín Segarra y Paúl Rivas, miembros del diario El Comercio.

Los tres fueron asesinados posteriormente por Walter Arizala, alias Guacho, un disidente de las FARC que aún no es capturado.

Desde el asesinato, los familiares de las víctimas han iniciado un largo periplo para exigir al Gobierno ecuatoriano que se haga justicia, para que sus muertes no queden en la impunidad.

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En las últimas semanas, la desazón creció por los pocos aportes y datos nuevos que se han desprendido de las declaraciones del exministro del Interior, César Navas. Los familiares también han reclamado porque perciben los pocos avances en el proceso.

A mediados del mes pasado, el Gobierno colombiano anunció que había herido de gravedad a alias Guacho, pero hasta ahora se conoce el paradero exacto del disidente de FARC. (I)