El policía Froilán Jiménez era el tercero de nueve hermanos y padre de un niño que ahora tiene diez años.

Su trágica muerte en el operativo para sacar al exmandatario Rafael Correa del Hospital de la Policía, el 30-S, provocó en sus seres queridos un resquebrajamiento emocional que solo un año después pudieron reemplazarlo por fuerza para luchar judicialmente con el fin de que se esclarezcan los hechos y se establezcan responsables.

Así lo relata su hermana, Sandra Jiménez, quien padeció bulimia durante el primer año tras el fatal deceso. Froilán, que ahora tendría 36 años, también dejó un hijo en la orfandad, que lo recuerda siempre y, mientras comparte con su familia paterna en Loja, va a su tumba, la limpia y arregla.

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En paralelo al sufrimiento familiar, Sandra lideró la lucha judicial: “Lo de mi hermano fue un golpe bastante fuerte, duro, difícil de superar y aceptarlo. En 2012, tuve que cambiar mi carácter, tomarlo con fuerza, se trataba de emprender una lucha contra el poder del Estado, porque la información fue clasificada como reservada”.

Jiménez, que es funcionaria pública desde antes del suceso y que pide permisos para asistir a las diligencias, comenta que al inicio acudía a la Fiscalía, pero no obtenía respuestas, luego le dijeron que la información era reservada y que con ella Correa nunca fue prepotente, pero con su hermano y su madre sí, por ello dejaron de acompañarla.

Jíménez aprendió de leyes y entendió –dice– que los derechos no hay que rogarlos, sino exigirlos con fortaleza, firmeza y responsabilidad.

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“Ahora queda evidenciado que en realidad hubo bastante injerencia del poder Ejecutivo en el poder Judicial, que no permitió que esto avance”, añade la hermana de Froilán.

Sandra concluye abogando por atención de las entidades públicas y de los medios de comunicación para los casos de Edwin Calderón, policía que también falleció, Nelson Puentestar, el policía que vive con una bala alojada en su cuerpo, y los soldados Darwin Panchi y Jacinto Cortez.

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El caso de Jiménez sigue en instrucción fiscal y Sandra resalta que la reserva de la información nunca se ha levantado, pese a las cartas que han dejado en la Presidencia.(I)

El caso de mi hermano está bastante avanzado. El compromiso entre familias ha sido que, si un caso sale, sirva para que los cuatro restantes también avancen”.Sandra Jiménez, hermana de Froilán Jiménez