La búsqueda de una casa no es algo sencillo. Cuando se toma la decisión de convertirse en propietario surgen dilemas como qué tipo de vivienda es la que conviene: ¿usada o nueva?

Leonardo Macías, casado y padre de tres niños, se decidió por una casa nueva en la urbanización 'La Romareda', en la autopista Narcisa de Jesús, para evitar el proceso de remodelación como cambio de tubería y cableado.

En cambio, Sara Mendieta prefirió no una vivienda sino un departamento usado, ubicado en el centro de Guayaquil: “Primero porque donde vivo (comercial) no hay casas pequeñas en venta sino departamentos y segundo, no busqué otro sector porque me gusta el lugar donde vivo”. 

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Macías y Mendieta tuvieron esta disyuntiva al comprar un inmueble, que no solo depende de la seguridad y el precio, sino del sitio.

Por ejemplo, los gastos de transporte hacia el trabajo influyen mucho en la adquisición. Así como también el valor total de la vivienda, puede que esté o no dentro de las posibilidades.

Si usted se inclina por una casa usada, lo preferible es aquella que tenga posibilidades de ser ampliada. Debe analizar si le interesa adquirir una vivienda de más de 30 años de construcción; debe analizar que necesita mejorar el cableado eléctrico y las tuberías.

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Casa en construcción en una urbanización privada del norte de Guayaquil. 

En cambio, si su decisión es inclinarse por una nueva, debe considerar algunos aspectos: evitarse las reparaciones, instalaciones de anaqueles, baños y hasta pintar la casa.

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Expertos indican que ambas tienen sus ventajas y desventajas. En un domicilio por estrenar se escoge el vecindario y se puede optar por determinada estructura o acabados, pero la dificultad radica en los precios.

Con una vivienda usada, las facilidades pueden ser los costos y -en su mayoría- se pueden habitar de inmediato. Lo malo está en si hay que emprender una remodelación y el tiempo de construcción que tiene la vivienda.

A continuación a detalle las ventajas y desventajas de ambos tipos de compra:

Vivienda nueva

Ventajas:

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  • Sensación subjetiva de usar algo que antes nadie ha usado.
  • Una casa nueva bien construida tendrá mayor vida útil que una usada. Además, el propietario tendrá las dimensiones y el acabado que él desea, de acuerdo a la medida del terreno.  
  • Mayores facilidades de pago. Normalmente la compra de una vivienda nueva permite un margen mayor de tiempo, desde la compra hasta la entrega de las llaves para planificar la financiación. Por tanto, el acceso es más ágil.  
  • Hay mucha oferta en el mercado inmobiliario y de diversos precios. Se los puede estimar con base al área de la vivienda.  
  • Muchas veces los promotores trabajan con sus propias entidades financieras y facilitan las operaciones de crédito.  
  • Se puede escoger el vecindario (cuando sus amigos o parientes se trasladan juntos a una misma urbanización).

Desventajas:

  • Precios muy altos.
  • Si se compra en planos o durante su construcción, hay riesgo de que no se cumplan los plazos de entrega, ni se conozcan exactamente qué instalaciones o acabados tendrán.  
  • Una vivienda nueva no ha sido probada y podría tener defectos ocultos de construcción, por ejemplo, no sabemos el resultado durante un sismo.  
  • En la mayoría de los casos se requiere financiar mejoras inmediatas: rejas de seguridad, cerramientos, instalaciones para acondicionadores de aire, entre otros.

Casa usada

Ventajas:

  • Una casa usada tiene probado su funcionamiento, así como su comportamiento estructural; más aún si ha soportado sismos, inviernos fuertes, riesgos de inundaciones y demás.  
  • Se pueden conseguir a precios bastante convenientes.
  • Se puede verificar el funcionamiento adecuado de los servicios básicos como el suministro de agua potable, alcantarillado, etcétera.  
  • Se puede comprobar que funcione el pago de alícuotas y el manejo de los bienes comunitarios, en caso de que la vivienda estuviese ubicada en una propiedad horizontal o en una urbanización privada.  
  • En sectores urbanísticamente desarrollados se puede establecer las condiciones del tráfico vehicular o de la congestión de sus vías de acceso.  
  • En la mayoría de los casos se la puede habitar de inmediato.

Desventajas:

  • Remodelación. Es normal que la vivienda usada necesite ciertos arreglos, adecuación de algunos espacios y el cambio de materiales o acabados para hacerla más moderna. Lo importante es determinar cuánto dinero le podría costar y si vale la pena adquirir el inmueble.  
  • Tiempo de construcción. Es un tema importante a la hora de tomar una decisión, ya que al existir mayor oferta de inmuebles usados, puedes llegar a encontrar viviendas que llevan muchos años de haber sido construidas y por ende, han sufrido un deterioro normal en su estructura con el paso del tiempo.
  • Investigar sobre el predio. Antes de comprar una propiedad usada, es necesario conocer el estado legal. Entonces, deberá tomarse el tiempo necesario para verificar si el predio tiene deudas en servicios públicos e impuestos, y si no tiene hipotecas o impedimentos legales para ser adquirido.  
  • Cuidado con las estafas. Muchas personas aprovechan el desconocimiento que se tiene al comprar una vivienda usada y es donde actúan para estafar. Es por esto que recurrir a expertos (como es el caso de agentes inmobiliarios) siempre será una buena idea, ya que ellos tienen a su disposición todo el conocimiento del sector y tendrás la certeza de lo que estás comprando, pero te evitará futuros problemas con tu nuevo inmueble. (I)

Fuentes:

*Natalie Wong, decana de la Facultad de Arquitectura de la UEES.

*Edgar Diminich, ingeniero civil.

*Carlos Luis Hernández, ingeniero civil.

*Casos de personas que compraron inmuebles.