El presidente Nicolás Maduro llegó este jueves a Pekín para firmar acuerdos comerciales con el mayor acreedor de Venezuela, sumida en una profunda crisis.

"Venimos con grandes expectativas para darle un reimpulso especial a la relación estratégica" con China "en todos los campos (...), darle un gran empuje a las inversiones energéticas, a las inversiones económicas, al comercio", dijo Maduro a su llegada.

Vestido con boina y liqui liqui -traje tradicional venezolano- negros, el mandatario fue recibido por el canciller Wang Yi, y tiene previsto reunirse el viernes con su homólogo chino, Xi Jinping.

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La visita de Maduro fue preparada por su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, quien ya está de regreso en Caracas después de haber viajado la noche del lunes a Pekín.

Tras su retorno, Rodríguez dijo que se reunió con altos funcionarios chinos y revisó 472 acuerdos vigentes, que incluyen créditos pagaderos en petróleo.

Se entrevistó también con responsables de la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) y de empresas de energía y minería, sector al que Caracas apuesta para obtener liquidez ante su alicaída industria del crudo.

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Según la agencia oficial Xinhua, Maduro se mantendrá en China hasta el domingo.

"China espera que esta visita refuerce la confianza política mutua, y profundice la cooperación entre los dos países" dijo el portavoz del ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang, en conferencia de prensa.

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"El gobierno venezolano ha implementado recientemente reformas económicas y financieras con una buena respuesta social. Creemos que un desarrollo estable de Venezuela va en interés de todas las partes", agregó.

Maduro puso en vigor hace tres semanas un plan de reformas económicas ante la grave crisis, con una severa escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que podría superar 1.000.000%, según el FMI.

Crédito

El gigante asiático tiene fuertes inversiones en petróleo y es el principal socio financiero de Venezuela, que ha recibido préstamos chinos por unos 50.000 millones de dólares en la última década, pagaderos principalmente con crudo.

Venezuela adeuda aún unos 20.000 millones de dólares, cuyas condiciones de pago, flexibilizadas en 2016, podrían estar sobre la mesa en este viaje que no había sido anunciado previamente.

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Maduro podría volver con un nuevo crédito de 5.000 millones de dólares y la ampliación por seis meses del período de gracia para el servicio de la deuda, según información extraoficial citada por la consultora venezolana Ecoanalítica.

También con un memorando de entendimiento para la protección de inversiones chinas. "Este auxilio de China, de concretarse, le da respiro por un buen tiempo", señaló en Twitter el director de la consultora venezolana Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.

Se trata de una cuestión clave ante los graves problemas de liquidez del país, con apenas 8.300 millones de dólares en reservas internacionales y sin acceso a financiamiento externo por las sanciones financieras de Estados Unidos.

Venezuela y su petrolera estatal PDVSA, además, fueron declarados en default parcial en 2017 por pagos atrasados de bonos de deuda.

La vicepresidenta y el ministro venezolano de Economía y Finanzas, Simón Zerpa, se reunieron el miércoles con Zheng Jizhe, presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de China, el cual ha otorgado la mayor parte de los préstamos.

Caída de la producción

Venezuela, con las mayores reservas petroleras del mundo y donde el crudo representa 96% de los ingresos, enfrenta una abrupta caída de su producción con 1.448.000 barriles por día en agosto, según la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP).

Es el nivel más bajo en 30 años y está muy lejos de los 3,2 millones de 2008, lo que le ha impedido al socio de la OPEP beneficiarse del repunte de las cotizaciones.

Caracas denuncia un "bloqueo financiero" de Estados Unidos, al que vende una tercera parte de su producción petrolera. (I)