Un libro revelador escrito por el reportero que ayudó a hundir al presidente Richard Nixon agita a la Casa Blanca. En él se dice que algunos asesores y exasesores del presidente Donald Trump lo llaman ‘idiota’ y ‘mentiroso’ y que incluso se llevaron documentos de su escritorio para evitar que se retirara de un par de acuerdos comerciales, incluido el TLCAN.

Trump dijo que es el “opuesto exacto” del retrato que hace de él Bob Woodward en el libro Fear: Trump in the White House (Miedo: Trump en la Casa Blanca).

Trump volvió a insinuar en Twitter que se deben modificar las leyes sobre calumnias, alegando que la gente actualmente puede decir semejantes cosas y “salirse con la suya”.

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Isn’t it a shame that someone can write an article or book, totally make up stories and form a picture of a person that is literally the exact opposite of the fact, and get away with it without retribution or cost. Don’t know why Washington politicians don’t change libel laws?

Woodward cita a colaboradores del presidente que menosprecian su discernimiento y aseguran que tuvieron que retirar documentos de su escritorio para impedir que renunciara a un par de acuerdos comerciales.

Aunque su lanzamiento está previsto para el 11 de septiembre, Fear, que ya era ayer el libro más vendido en Amazon.

Trump tuiteó que el libro era un “fraude, un engaño para el público”. Antes de leerlo el presidente le había dicho a Woodward: “Tú siempre has sido justo”. El periodista refiere que buscó entrevistar al mandatario y no lo logró.

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Según el libro, Gary Cohn, exasesor económico de Trump, robó un documento del escritorio del presidente que este tenía intención de firmar para retirar formalmente a EE.UU. de un acuerdo comercial, el magnate republicano nunca se dio cuenta de que ya no estaba, recogió elpais.com

“Nadie me quitó nada”, dijo ayer Trump.

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El libro incluye una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, en la que Trump cuestionó el derroche de dinero con la presencia militar de EE.UU. en la península coreana, incluida una operación de inteligencia especial que permite detectar el lanzamiento de misiles norcoreanos en siete segundos. El secretario de Defensa, Jim Mattis, le indicó que con ello se evitaba una tercera guerra mundial. Luego Mattis reveló a colaboradores cercanos que Trump actuó y entendió como un alumno de quinto o sexto grado.

Según el libro, Trump le dijo a Mattis que quería matar al presidente sirio, Bashar al Asad.

Woodward realizó entrevistas anónimas durante cientos de horas para el libro.  

El secretario de prensa durante el gobierno de George W. Bush, Ari Fleischer, defendió la metodología de Woodward. “He estado en el otro lado de un libro de Bob Woodward”, tuiteó. “Hubo citas en él que no me gustaron. Pero ni una vez –nunca– creí que Woodward lo inventara”. “Las fuentes anónimas sueltan más la boca y pueden tomarse libertades, pero Woodward siempre es recto. Alguien se lo dijo”, agregó.

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No es el único libro que ha abordado la Casa Blanca de Trump. Michael Wolff publicó Fuego y furia, que provocó una ruptura entre Trump y Steve Bannon, su principal estratega. Y hace unas semanas, la exasesora de la Casa Blanca Omarosa Manigault Newman publicó un relato, que la Casa Blanca dijo estar plagado de mentiras. 

Crean la 'resistencia' a Trump

Altos miembros de la administración de Donald Trump están tan alarmados por el "errático" y "amoral" comportamiento del presidente que están trabajando para acabar con él, dijo un "alto funcionario" en un artículo publicado sin firma en The New York Times.

"El presidente Trump enfrenta una prueba a su presidencia como nunca se ha enfrentado un líder estadounidense moderno", escribió el funcionario en el artículo de opinión titulado "Soy parte de la resistencia dentro de la administración Trump".

"El dilema -que él no comprende del todo- es que muchos de los altos funcionarios de su propia administración están trabajando diligentemente desde dentro para frustrar parte de su agenda y sus peores inclinaciones", escribió el jerarca.

"Lo sé. Soy uno de ellos".

El autor del artículo describió una presidencia de "dos vías": en una, Trump dice una cosa y en la otra, su equipo hace otra, por ejemplo en lo que llamó la "preferencia por autócratas y dictadores" que tiene Trump.

Y los funcionarios trabajan activamente para aislarse del estilo de liderazgo "impetuoso, confrontativo, insignificante e ineficaz" del presidente, afirmó el alto funcionario.

"La raíz del problema es la amoralidad del presidente", indicó. "Es por eso que muchos designados por Trump hemos prometido hacer lo que podamos para preservar nuestras instituciones democráticas mientras se frustran los impulsos más equivocados del Sr. Trump hasta que termine su mandato".

Trump respondió que se trataba de una “colaboración cobarde” y una “verdadera desgracia”, y la secretaria de prensa de la Casa Blanca pidió la renuncia del funcionario. (I)