Un paro de un día convocado por partidos opositores venezolanos en contra del llamado ‘paquetazo rojo’ económico del gobierno de Nicolás Maduro se cumplió ayer parcialmente con algunos comercios y servicios funcionando.

Las calles de las principales ciudades del país petrolero sudamericano estaban más vacías que lo habitual, un día después de un feriado decretado por el Gobierno para facilitar la entrada en vigencia de una reconversión monetaria que borró cinco ceros a la moneda local.

Mientras tanto, seguidores del oficialismo marchaban la tarde de ayer rumbo al palacio de gobierno en una manifestación en respaldo a las medidas anunciadas entre el viernes y el fin de semana por el mandatario izquierdista.

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Las medidas las tenía que aplicar el Gobierno “hace un año, regularizar los precios”, dijo Julio Contreras, de 70 años, al inicio de la marcha de unos tres kilómetros hasta el Palacio de Miraflores.

“Espero que se cumplan todas las medidas y el negocio que no esté de acuerdo, cerrarlo. Hay que ir en contra de los empresarios”, agregó.

Con miras a superar la crisis, Maduro reveló en la antesala a la reconversión una serie de medidas que incluyen el aumento en 60 veces del salario mínimo a partir de septiembre, la devaluación del bolívar en 96% y alzas de impuestos.

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Una nueva tasa de cambio de 68,6 bolívares soberanos por euro regía ayer las operaciones en el Dicom, el único mercado cambiario oficial de divisas.

Críticos y analistas sostienen que las medidas no resolverán la agobiante hiperinflación venezolana. (I)