Ventas de empanadas, arepas, pasteles y bisutería son las actividades que realiza un grupo de venezolanos que desde hace algunos meses residen en San Lorenzo del Pailón, frontera norte colombo ecuatoriana.

Llegaron como parte de la ola de compatriotas que han salido huyendo de Venezuela ante la grave situación económica que atraviesa.

A ellos no les preocupa haberse quedado en esa zona de la frontera, donde fuerzas militares se han desplegado tras los atentados y secuestros a periodistas ocurridos este año.

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Dicen que solo quieren un trabajo y respeto a sus derechos de movilidad humana.

Karen González, quien junto a su esposo y otros seis compatriotas venezolanos gestionan su regularización y estatus migratorio, señaló que han conformado una asociación para velar por sus derechos.

Este pedido lo transmitieron el viernes pasado a Gina Benavídez , defensora nacional del Pueblo (e), durante una asamblea de las comunidades del norte de Esmeraldas, que se realizó en la localidad de Borbón.

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“Los principales inconvenientes son con la Policía de Migración, que nos piden documentos de permanencia. Es imposible adquirir el pasaporte en Venezuela, que no alcanza para comprarlo con el sueldo de 5 millones de bolívares”, explicó José Izquierdo, otro de los extranjeros refugiados.

El gremio agrupa a unos 150 venezolanos, según González, y quiere sensibilizar al Gobierno ecuatoriano ante la situación que los obligó a dejar a sus familias en Venezuela.

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Los venezolanos están inquietos por la nueva exigencia que impuso el Gobierno de Ecuador de presentar el pasaporte para entrar al país.

La Defensoría Nacional del Pueblo exhortó al Gobierno ecuatoriano a rever el pedido de pasaporte a los venezolanos, porque consideró que no se ajustaría al artículo 84 de la Ley de Movilidad Humana.

Esta normativa establece: “Los ciudadanos suramericanos pueden ingresar, circular y salir del territorio ecuatoriano presentando solamente su documento de identificación nacional, por puntos de control migratorio oficiales”.

Autoridades municipales de San Lorenzo están en expectativa ante un posible flujo de venezolanos a esta localidad, donde hay unos 15.000 colombianos residentes, algunos de los cuales ya están regularizados.

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Benavídez indicó que visitó las provincias de Carchi y El Oro, donde existe un éxodo de emigrantes, pero en el caso de Ecuador se han aplicado los planes de contingencia. En las últimas semanas las fronteras recibieron unos 4.500 venezolanos al día.

Uno de los principales inconvenientes es con la Policía de Migración (de Ecuador), nos piden documentos de permanencia”.José Izquierdo, venezolano que se quedó en Esmeraldas

(I)