Jairo Chóez, un conductor de taxi ejecutivo, maneja un Hyundai Accent 1.4 del año 2010 con el que recorre unos 250 kilómetros por día y tanquea $ 18 de súper, casi siempre en gasolineras del sur de Guayaquil. Los anuncios desde el Gobierno de revisar el subsidio de ese combustible que asocia a los autos de alta gama hizo que Chóez empezara a analizar opciones si la súper sube de los $ 2,329 que paga por galón.

“Si el combustible sube me cambiaría a la eco, aunque tenga menos octanaje, pero no puedo estar a pérdida”, señaló.

Según Petroecuador, la súper es subsidiada con $ 0,72 por galón (antes del IVA). Quienes la usan no son solo los carros de alta gama, eso es notorio en las gasolineras.

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Sharon Fernández maneja un Chevrolet Orlando en el que alterna súper y eco. Si la súper sube de precio, priorizará el uso que le da a su vehículo y, por ejemplo, ya no podría hacer el expreso a su hijo que está en noveno año. “Si sube, me quedo solo con la eco, pero eso será el pretexto para que todos suban de precio sin razón, hasta los expresos que utilizan diésel”.

Ese es uno de los problemas que ven analistas: una gran migración de consumidores hacia la eco (extra con etanol) que es más subsidiada por el Estado.

Carlos Luis Paredes analiza alternar con eco y dejar de ponerle solo súper a su vehículo Peugeot 207 del año 2013. “En estos días estuve consultando en la gasolinera donde tanqueo y me dicen que no habría problemas si pongo mitad eco y mitad súper”.

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Sin embargo, el mecánico Marcelo Pazmiño, especialista en inyección, señaló que no es recomendable mezclar los combustibles. Explicó que al hacerlo no sube el octanaje como se cree; mientras que cuando se baja de súper a eco disminuye la potencia del motor, sobre todo en autos americanos y europeos que son diseñados para combustibles de alto octanaje.

En las gasolineras también se analizan los escenarios, aunque no hay aún un pronunciamiento oficial de los gremios; que hoy a través de la Asociación de Distribuidores de Combustibles tienen previsto presentar su posición.

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En los locales de cadenas comercializadoras les preocupa que la subida de la súper pueda afectar sus ingresos por el margen de utilidades. Un administrador de una estación señaló que esa comercializadora gana

$ 0,17 por cada galón de súper que vende; que resulta ser el margen más alto que perciben, pues el de la eco es de $ 0,04 por galón y el diésel es de $ 0,03.

“Muchos usuarios nos dicen que si sube la súper se van a cambiar a la eco, pero es en la súper donde más ganamos”, dijo. En esa comercializadora se vende el galón de súper a

$ 2,329, pero en la factura se detalla que el precio sin subsidio es de $ 2,801, una diferencia de $ 0.472 con IVA. (I)

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Tengo un BMW del año 97, le pongo súper, pero si sube de precio tendré que ponerle eco, y mi vehículo en estos tiempos no es considerado de alta gama como dice el Gobierno...Roberto Farfán, médico