El presupuesto puede ser lo que más le preocupe a quienes están pensando en cambiar el piso de alguna de las áreas del hogar, pero ligada a la inversión está la durabilidad y calidad, más allá de la decoración.

El piso flotante no es recomendado en climas húmedos, afirma la arquitecta Génesis Rivas, quien destaca que este tipo de material es más requerido en la Sierra. Suele soplarse, es muy delicado al contacto con agua, señala. Prefiere trabajar con porcelanato o cerámica.

Los acabados amaderados tienen una opción en el diseño en los segundos materiales y con más durabilidad sostiene, sin dejar de lado la facilidad de la limpieza, pensando en las labores domésticas.

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Con ella coincide el también arquitecto Piero Olmos, para quien el mejor acabado se logra con porcelanato. “Aparte de ser porcelana, se puede decir, al momento de hacer el corte de una pieza, este es perfecto”. Otro de los beneficios, agrega, es que hay mayor variedad en medidas, aunque reconoce que recientemente la cerámica ha incorporado nuevos tamaños.

La cerámica es más delicada, se rompe con mayor facilidad, incluso al transportarla, precisa, pero a favor de este material señala que esta es poroso y absorbe la humedad, lo cual es un punto a favor en el caso de las construcciones levantadas en terrenos húmedos en que no se fundió adecuadamente el piso, colocando una malla o gel absorbente para que esa humedad no brote por las paredes.

El vendedor Marco Quintero también cree que el porcelanato permite un acabado más elegante, pues por su tamaño igual en las puntas y espesor uniforme, las uniones son perfectas. En cambio, en la cerámica queda una separación que requiere material de color similar al diseño.

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Darwin Salvatierra, administrador de un almacén de materiales de construcción, dice que la duración del piso dependerá de la colocación y el tráfico de personas. No obstante, los arquitectos consultados afirman que el porcelanato ofrece una vida útil mayor a 25 años y la cerámica 20, aunque podría ser similar de acuerdo con el mantenimiento, pero sí va perdiendo su color, señala Olmos.

En una sala estándar se requiere entre 20 y 26 metros de cerámica o porcelanato, dependiendo del tamaño. Los precios van desde $ 6 por metro en el primer material y de $ 10 en el segundo, pero pueden superar los $ 40 el metro de acuerdo con la calidad y diseño. Quienes trabajan en la colocación cobran entre $ 5 y $ 15 por metro, dependiendo del producto y obra. Los expertos prefieren el porcelanato en interiores. (I)