Unos 800 sirios y sus familias, miembros de los Cascos Blancos, una organización de socorristas en zonas rebeldes, fueron evacuados hacia Israel y luego hacia Jordania.

Los Cascos Blancos estaban amenazados por el avance de las tropas del régimen de Bashar al-Asad en el sur de Siria.

Jordania indicó que serían trasladados hacia Canadá, Alemania y Gran Bretaña.

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Sus miembros están bajo amenaza de prisión o de ejecución por el régimen sirio. (I)