El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que lidió el pasado lunes con un torrente de críticas por sus comentarios de la cumbre en Helsinki con el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo ayer que se equivocó en su conferencia conjunta y que quiso decir que no veía ninguna razón por la que no hubiera sido Rusia quien interfirió en las elecciones del 2016 en Estados Unidos.

Trump dijo a reporteros en la Oficina Oval que tenía plena fe y apoyaba a las agencias de inteligencia de Estados Unidos y que aceptó su conclusión de que Rusia interfirió. Pero opinó que las acciones rusas no tuvieron un impacto en el resultado de la elección y que el Gobierno trabajará agresivamente para proteger las elecciones legislativas de noviembre del 2018.

Antes del anuncio de Trump, varios legisladores lo habían vuelto a criticar fuertemente por su posición permisiva ante el Kremlin y sus críticas a los servicios de inteligencia y expresidentes de Estados Unidos por dañar la relación bilateral.

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Uno de ellos fue el presidente de la Cámara de Representantes del Congreso, Paul Ryan –del mismo partido de Trump–, quien dijo que está dispuesto a considerar sanciones adicionales contra Rusia y reiteró su apoyo a hallazgos de la inteligencia estadounidense.

“Rusia es un gobierno amenazante que no comparte nuestros intereses ni nuestros valores”, declaró Ryan. (I)