“No tocarán suelo italiano”, dijo el ministro del Interior de Italia, el derechista Matteo Salvini, quien anunció que impedirá la llegada a todo puerto de los barcos Lifeline y Seefuchs, los dos de la oenegé humanitaria alemana Lifeline, que rescataron a 224 inmigrantes.

“Lleven a toda la carga de seres humanos a Gibraltar, a España, a Francia o donde quieran”, dijo Salvini, que fustigó contra las oenegés que operan en el mar Mediterráneo.

“Estos desgraciados (...) no han escuchado a nadie y han intervenido cargando su cantidad de carne humana a bordo”, añadió el líder de la ultraderechista Liga y agregó que las oenegés no hacen voluntariado, publicó La Vanguardia.

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Recientemente, Italia rechazó otro barco con unos 630 inmigrantes, a los que luego España los acogió.

Italia quiere hacer propuestas de mano dura para frenar la inmigración en la minicumbre prevista en Bruselas este domingo. “En las discusiones sobre la migración se discutirá la propuesta italiana junto con la de los otros países”, indicó el jefe de Gobierno italiano, Giuseppe Conte.

Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia anunciaron que no acudirán a la reunión de crisis precisamente porque consideran que las conclusiones ya están adoptadas.

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Indispuestos a compartir la responsabilidad por decenas de miles de migrantes que llegan al año en busca de vidas mejores o seguras, líderes de la Unión Europea se preparan para la cumbre sobre la inmigración la próxima semana, con la intención de detener el flujo de migrantes provenientes de las costas africanas pagando a países como Argelia, Egipto, Libia, Marruecos y Túnez para que los retengan hasta que puedan determinar si son aptos para asilo o no. (I)