La minería ilegal que invadió desde diciembre pasado Buenos Aires, una parroquia rural del cantón Urcuquí, ubicada en la provincia de Imbabura, ahora mantiene enardecidos a sus pobladores.

Ellos exigen a las autoridades que desalojen a los miles de mineros que llegaron de varias regiones de Ecuador y de países como Colombia, Perú y Venezuela.

Dicen los pobladores que a partir de su llegada son víctimas de microtráfico de estupefacientes, prostitución ilegal y otros delitos más.

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La madrugada del último domingo los pobladores hallaron el cadáver de un menor de 14 años que presentaba golpes y heridas con arma blanca. El adolescente, según sus familiares llevaba cinco días desaparecido.

Miguel Tirira, presidente del GAD parroquial, asegura que el pueblo era tranquilo con sus 1.500 habitantes. Pero ahora que en el poblado existen más de 4.000 personas, la inseguridad y delitos han invadido Buenos Aires, indicó.

"Murió un niño. Según las investigaciones fue por drogas. Hay cuatro menores detenidos por este delito. Pedimos a las autoridades su intervención", dijo Tirira.

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María Chicaiza, tía del adolescente, explicó que su sobrino tenía golpes en el rostro y puñaladas en todo el cuerpo.

La ira de los pobladores, por la muerte del menor, los llevó a incendiar un burdel clandestino.

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Por su parte, los mineros argumentan que han mejorado la economía del sector y buscan su legalización.

El minero Julio Rivadeneira explicó que ellos tienen un proyecto para presentar a las autoridades y buscar su legalización. "La falta de trabajo nos ha traído a Buenos Aires, las minas no se acabarán ni en mil años y queremos que nos dejen trabajar", señaló.

Al respecto, la Gobernación de Imbabura en un comunicado informó que la muerte del adolescente no lo causaron mineros, y que las autoridades conjuntamente con organismos de seguridad realizan un control exhaustivo.

En el comunicado emitido por Marisol Peñafiel, gobernadora de Imbabura, dice que "desde enero se han obtenido resultados positivos: más de 200 personas judicializadas, alrededor de 400 toneladas de material aurífero retenido, 120 vehículos detenidos, 30 bandas desarticuladas, incluidas de la zona de Buenos Aires".  (I)

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