Italia dejará de ser el “campo de refugiados de Europa”, dijo el nuevo ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, al prometer duras acciones para reducir los arribos de inmigrantes y enviar de vuelta a quienes ya han llegado.

Salvini, titular de la Liga de ultraderecha y viceprimer ministro en la coalición euroescéptica, ha vuelto el tema de los controles a la inmigración un eje de su partido, que está creciendo rápidamente en los sondeos de opinión.

Dos días después de que el gobierno asumió el viernes, Salvini se dirigió a Sicilia, el principal puerto de arribo de más de 600.000 inmigrantes que han llegado a las costas italianas del norte de África desde 2014.

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“Se terminó la fiesta” para los inmigrantes en Italia, dijo, antes de visitar un centro de recepción en el puerto de Pozzallo, donde se registra el arribo de los barcos y se identifica a los recién llegados con fotos y huellas digitales.

La Liga dice que la vasta mayoría de los inmigrantes en Italia no tienen derecho a un estatus de refugiado, que el país no puede permitirse ayudarlos y que al aceptar bajos salarios empeoran las condiciones laborales de los italianos.

“Es claro y obvio que Italia ha sido abandonada, ahora tenemos que ver los hechos”, dijo Salvini cuando fue consultado sobre comentarios de la canciller alemana, Angela Merkel, de que Europa necesita una nueva unión sobre inmigración.

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Salvini, quien quiere abrir un centro de detención y deportación de inmigrantes en cada región de Italia, luego publicó en la red Twitter: “O Europa nos da una mano en volver a nuestro país seguro o elegiremos otros métodos”.

La Liga Norte prometió, durante la campaña, deportar medio millón de inmigrantes en los próximos cinco años. “Puertas abiertas en Italia para las personas buenas y un boleto sin retorno para aquellos que vienen a Italia a crear conmoción y pensar que los vamos a cuidar”, dijo el ministro, publicó bbcmundo.com.

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Deportaciones masivas es una de las prioridades del nuevo gobierno. (I)