Kevin Lindao Ascencio, de 22 años, amaneció muerto ayer en el portal de una casa abandonada que hay junto a la vivienda de su abuela, en la Nueva Prosperina, noroeste de la ciudad.

Ahí permaneció durante los últimos tres meses, luego de más de una década de deambular por las calles consumiendo todo tipo de drogas.

"Tenía tuberculosis y murió de un infarto cerebral, según la autopsia”, contó Ericka Ascencio, la tía de Kevin, quien aseguró que el joven hace unos meses regresó porque tenía los pies hinchados y ya no podía ni caminar, pero que no quería entrar a la casa porque sus abuelos están enfermos y temía contagiarlos.

Publicidad

Ella aseguró haber intentado internarlo en una casa de salud para sacarlo de las drogas en varias ocasiones, sin éxito. La misma situación relató Julio Enríquez, un vecino de la familia de Kevin, quien sostuvo que su sobrina está encerrada en su casa también por el consumo de drogas. Ella es madre de una niña de 18 meses y su familia está desesperada, contó.

Estas historias se repiten en cada manzana del populoso sector, donde los moradores piden que alguien salve a sus hijos. Dicen tenerlos encerrados en la casa porque conseguir las drogas h, cocaína, heroína y marihuana “es más fácil y barato que comprar una aspirina en una farmacia”.

Lea también: Así son los efectos de las drogas en los barrios en Guayaquil

Publicidad

Lea también: Alcalde de Guayaquil insta a derogar ley que ha propiciado consumo de droga

La familia de Kevin contó que a regañadientes terminó la primaria, pero que al inscribirlo en un colegio cercano, a los pocos meses de iniciado el año abandonó los estudios.

Publicidad

“En esa época, su papá murió de sida y el chico se perdió. De vez en cuando lo veíamos y le dábamos comida. Le pedíamos que regrese para ayudarlo a salir de esa vida, pero fue inútil”, contó Éricka, su tía.

Señaló que la madre de Kevin tiene cierto grado de discapacidad intelectual y que por eso ella hace tres años se llevó a su sobrino a su casa para cuidarlo y evitar que saliera a drogarse. “Desde que regresó todos los días le llevábamos comida y estaba tapado con una colcha, pero esta mañana ya no se despertó más”, dijo Éricka. (I)

3 consumidores han muerto en la calle solo en mayo. Criminalística de la Policía hizo el levantamiento de cuerpos.