Opositores al presidente de Paraguay Horacio Cartes boicotearon este miércoles una sesión plenaria convocada por las cámaras de Senadores y de Diputados para debatir si se acepta la renuncia presentada por el jefe de Estado.

El presidente había presentado su dimisión el lunes para poder asumir como senador activo el próximo 15 de agosto, cuando se instala el nuevo parlamento y termina su periodo de gobierno.

Si el Congreso acepta su renuncia, deberá asumir como presidenta interina la vicepresidenta Alicia Pucheta hasta la toma de mando del gobernante electo Mario Abdo Benítez.

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El presidente de la cámara de Diputados Pedro Alliana del oficialista partido Colorado, admitió que el sector que apoya a Cartes no logró reunir el quórum requerido.

"Tenemos 50 diputados y 13 senadores en la sala. Se levanta la sesión", anunció Alliana, quien fungió de presidente del Congreso en sustitución del titular del Senado, el opositor Fernando Lugo, quien se ausentó.

Para abrir la sesión, se necesitaba al menos 23 de 45 senadores y 41 de 80 diputados.

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"Vamos a seguir hablando con nuestros amigos en el Congreso para convencerlos a tratar la renuncia del Presidente de la República", declaró Alliana.

Cartes tiene tiempo hasta el 29 de junio para conseguir el quórum que necesita para que le acepten la renuncia.

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El mandatario ganó una banca en el Senado en las elecciones generales del 22 de abril. Su candidatura fue habilitada por la Justicia Electoral y la Corte Suprema de Justicia que indicaron la inexistencia de un obstáculo legal. Pero para poder asumir necesita que el Congreso acepte su renuncia ya que la constitución no permite que un funcionario tenga dos cargos públicos al mismo tiempo.

Pero no solo los opositores, sino también un sector de su partido Colorado rechaza que Cartes se convierta en senador activo.

La Constitución paraguaya establece que el presidente saliente "será senador vitalicio", con voz pero sin voto.

Sin embargo, Cartes obtuvo un polémico fallo de la Corte Suprema que lo habilita a asumir su banca como senador activo.

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Paraguay sufrió la más larga dictadura de América del Sur, la del general Alfredo Stroessner (1954-89). La primera Asamblea Constituyente de la democracia, en 1992, prohibió la reelección presidencial y también que los exmandatarios puedan aspirar a otros cargos políticos.

Hasta ahora, solamente el expresidente izquierdista Fernando Lugo ocupa un escaño como senador activo, debido a que no completó su periodo de gobierno porque fue destituido en 2012, catorce meses antes del fin previsto de su mandato.

Oposición cree que trata de protegerse

El analista político Alfredo Boccia dijo a The Associated Press que "en esta crisis los actores principales son los legisladores oficialistas que están peleados entre pro Cartes y no Cartes. La oposición, fragmentada, solo mira el desarrollo de los acontecimientos".

En tanto la analista Estela Ruiz Díaz opinó que el mandatario "todavía tiene chance para que se acepte su renuncia comenzando otra ronda de negociaciones con los legisladores oficialistas y opositores".

Agregó que incluso si no se analizara su dimisión “como es legislador electo debe presentarse ante el cuerpo después de entregar el poder el 15 de agosto... para jurar y asumir sus funciones".

Líder Amarilla, vicepresidente del principal partido de la oposición, el Liberal Radical Auténtico, recordó que "el artículo 189 de la constitución dice que un expresidente de la república será senador vitalicio" con voz pero sin voto y sin salario ni fueros, por lo que llamó a los legisladores de su fuerza a que no asistan a la sesión para tratar la renuncia de Cartes.

Algunos opositores y analistas creen que Cartes ha pugnado por una banca en el Senado para protegerse con los fueros parlamentarios de eventuales denuncias.

Antes de convertirse en presidente, Cartes construyó una fortuna familiar con dos docenas de empresas que van desde la banca hasta el tabaco pasando por las bebidas gaseosas y el fútbol. El mandatario ha enfrentado varias acusaciones sobre el aumento de su riqueza a través del lavado de dinero, el contrabando de cigarrillos y el tráfico de drogas, aunque hasta el momento no existe ninguna denuncia formal en su contra.

Cartes, de 61 años, es el tercer mandatario en renunciar antes del final de su mandato: el primero fue el general Alfredo Stroessner en 1989 durante un golpe de Estado y en 1999 hizo lo propio Raúl Cubas tras los disturbios desatados por el asesinato del entonces vicepresidente. (I)