El espectro de la crisis financiera resurgió en Italia el martes, ya que los mercados se desplomaron debido a los temores de que el país se dirige hacia otra elección que podría convertirse en un referendo sobre su permanencia en la eurozona.

Carlo Cottarelli, exfuncionario del FMI, fue nombrado primer ministro de un gobierno apolítico de tecnócratas después del fracaso de dos partidos populistas para formar un gobierno. El presidente, que en Italia designa al primer ministro y a los ministros, se había opuesto a la decisión de los populistas de que un euroescéptico ocupara la cartera de economía.

Cottarelli tenía previsto entregar el martes su lista de ministros al presidente Sergio Mattarella, pero se retiró del despacho presidencial al cabo de una hora sin hacer declaraciones, lo que retrasó la formación del nuevo gobierno en forma imprevista. Un portavoz de Mattarella dijo que ambos volverán a reunirse el miércoles en la mañana y que Cottarelli necesitaba más tiempo para definir su gabinete.

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El gobierno de Cottarelli, que llevaría las riendas de Italia durante un periodo de incertidumbre, parece condenado al fracaso incluso antes de su formación. Los partidos populistas, que obtuvieron el número más alto de sufragios en los comicios de marzo en los que no hubo ganador definido, anunciaron que en la votación de confianza lo harían en contra. Ello obligaría a Italia a celebrar nuevas elecciones a finales de verano o principios de otoño.

El Movimiento 5 Estrellas y la Liga están envalentonados de que el presidente les haya rechazado su gobierno y apoye uno formado por tecnócratas. Dicen que muestra que la clase política no hace caso al voto popular.

“Italia quedará inmersa en un largo periodo de regateo que incluirá intensos pronunciamientos antisistema y euroescépticos”, dijo el analista político Wolfango Piccoli. Aunque dijo que duda que alguno de los partidos populistas adopte un programa de gobierno que abandone el euro, señaló que podrían mostrarse más combativos hacia Bruselas.

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La bolsa de Milán cerró con una baja de poco más de 2,7%, una pérdida de capitalización de 17.000 millones de euros, y los bonos italianos tuvieron un desplome que recordó los peores días de la crisis financiera de 2011.

El rendimiento del bono soberano a 10 años subió a casi 3%, según FactSet. (I)