“Esta no es una mesa de diálogo. Es una mesa para negociar su salida y lo sabe muy bien porque el pueblo es lo que ha solicitado”. Así desafió Lesther Alemán, un joven de 20 años y estudiante de Comunicación Social, al presidente nicaragüense Daniel Ortega, durante el primer encuentro del diálogo el pasado miércoles.

La intervención del joven que sorprendió y calló a Ortega, quien tenía el derecho a la palabra, mostró a un gobernante debilitado, que intentaba imponer en la agenda de diálogo temas económicos, pero los obispos no lo permitieron. Al igual que ya lo exigió Alemán, la Conferencia Episcopal insistió a Ortega que ordene el cese de la represión a las protestas.

El mandatario, junto a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, exigió el cese de las manifestaciones, en las que, dijo, han muerto policías y acusó de vándalos, de poseer armas, fusiles y bombas a manifestantes que se han tomado la Universidad Politécnica.

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Los jóvenes atrincherados en ese centro de estudios rechazaron las acusaciones. “Solo hay piedras, morteros y coraje”, dijeron ayer y denunciaron la muerte de un estudiante al ser arrollado por un bus, conducido por un miembro de la Juventud Sandinista, registró laprensa.com.ni.

Luego de calificar de “mentiras y burlas” a las declaraciones de Ortega, el llamado Movimiento 19 de Abril inició la “gran rebelión pacífica” y convocó al movimiento campesino, liderado por Francisca Ramírez, a mantener los bloqueos de vías. Además, llamaron a la población a apoderarse de las calles y a dejar de comprar combustibles en las gasolineras de la familia Ortega Murillo.

También, los empresarios, otrora aliados del Gobierno se muestran a favor de una salida de Ortega. “Al final de este diálogo deberíamos tener un nuevo Gobierno, interino... y posteriormente llamar a elecciones libres”, dijo Michael Healy, presidente de la Unión de Productores y Agropecuarios, registró elpais.com. El líder gremial anuncia un paro nacional si fracasa el diálogo.

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En medio de esos escenarios y acosado por la presión, el mandatario acudirá hoy a una nueva ronda de los diálogos.

Una encuesta de CID Gallup revela que casi 7 de cada 10 nicaragüenses están a favor de que Ortega deje el poder, un 30 % de ellos se define como ‘sandinista’. El 78 % de los encuestados cree que Nicaragua va “por mal camino”.

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Zoilamérica Ortega Murillo, hijastra del mandatario, quien hace diez años denunció que fue víctima de violaciones por Ortega, con la complicidad de su madre, alertó que la presencia de la pareja presidencial en el diálogo es una obra de teatro para la comunidad internacional. “Yo ya viví ese juego cruel... Ellos tienen un hambre atroz de legitimidad”, dijo al diario nicaragüense La Prensa.

Muertos en protestas
Una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegó a Nicaragua para “monitorear la situación de los derechos humanos” en medio de protestas que han dejado 58 muertos. La delegación de 11 miembros permanecerá hasta el próximo lunes. (I)