Docentes poco calificados y desmotivados, estudiantes poco preparados, insumos escolares (textos o equipamiento tecnológico) que no tienen efecto en la enseñanza ni aprendizaje y una dirección ineficaz en los establecimientos educativos son las fallas que afectan el proceso de aprendizaje en niños y adolescentes.

Así lo revela el informe sobre el desarrollo mundial Aprender para hacer realidad la promesa de la educación del Banco Mundial 2018 que fue presentado ayer en el auditorio de la Universidad Casa Grande con la presencia de la vicealcaldesa Doménica Tabacchi, catedráticos, docentes y directores.

Rafael de Hoyos, economista principal en la Unidad de Educación para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, fue el encargado de explicar el informe en el que se alerta de una crisis de aprendizaje. “Los niños están teniendo acceso al sistema educativo, muchos de ellos inclusive provienen de hogares de alto grado de marginación, pero el problema es que a pesar de que están escolarizados no aprenden”, dijo.

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El informe señala la práctica de tres estrategias complementarias que constituyen el ABC de reformas educativas exitosas como evaluaciones más eficaces de la situación, utilizar estos resultados para orientar las medidas que deban adoptarse y construir coaliciones.

Según De Hoyos, Ecuador tiene gran ventaja frente a otros países porque hay evaluación de ingreso a la docencia y a los docentes en servicio. Esta información puede ser muy útil para diseñar un proceso de capacitación más pertinente, dijo. “Ha tenido avances importantes, hoy invierte una proporción del PIB equivalente a lo que invierten los países de la región (y), el reto es utilizar estos recursos en forma efectiva para lograr aprendizajes entre los más pobres”, señaló.(I)