Tras días de convulsión social que dejaron casi 30 muertos, el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, se mostró optimista de retomar la reconciliación en el país y agradeció a la Iglesia la aceptación de mediar en un diálogo nacional que el mandatario convocó el pasado domingo.

Sin embargo, no hay fecha para el inicio de las conversaciones que buscan una salida a la crisis y frenar las protestas que se iniciaron el jueves pasado y que también dejaron 428 heridos y unos 200 manifestantes detenidos, publicó elnuevodiario.com.ni.

Pese a que Ortega había anticipado que no aceptaría dialogar bajo condiciones, el clero hizo una lista de peticiones, según la agencia Efe. La Iglesia considera como esencial e imperativo que tanto el Gobierno como cada miembro de la sociedad civil evite todo acto de violencia, de irrespeto a la propiedad pública.

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Gobierno, cúpulas empresariales, sectores sociales y jóvenes estudiantes serán parte del diálogo.

Entre los nicaragüenses no confían en los diálogos y piden justicia para los caídos en las protestas y la renuncia de Ortega.

“Los muertos no dialogan, y si Ortega y su esposa desean dialogar tienen que encontrar una mesa lo suficientemente grande como para que alcancen todos y todas las nicaragüenses”, dijo a laprensa.com.ni Eloisa Altamirano, egresada de la carrera de Relaciones Internacionales, quien vivió la represión policial.

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Altamirano es parte de grupos de nicaragüenses autoconvocados, que sostienen las protestas contra el gobierno de Ortega y exigen su salida.

“No quiero que maten a mis hijos en la calle si piensan diferente... Nicaragua es un país libre y le costó más de cincuenta mil personas dar su vida para que ahora nosotros estemos viendo cómo matan a los chavalos, cómo cierran medios de comunicación”, señaló Katia Cardenal, asistente a la manifestación la noche del pasado martes, en la zona donde se desataron las protestas contra las reformas a la seguridad social reprimidas por la policía.

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Otros grupos se reunieron en diversos sectores. “La sangre de nuestros compañeros no puede quedar sin castigo. Queremos que se vaya del poder, no queremos más a Ortega”, dijo un estudiante de la Universidad Centroamericana. (I)

28
personas murieron entre el jueves y domingo.