La Unión Europea pidió el miércoles a Rusia, Irán y Turquía que aseguren un alto el fuego en Siria, mientras donantes internacionales se reunían en Bruselas para recaudar fondos para el país, devastado tras años de guerra.

Las tres naciones tienen una “responsabilidad especial” para garantizar las condiciones de una tregua y para presionar al presidente de Siria, Bashar Assad, para que regrese a la mesa de negociaciones, dijo la jefa de política exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini.

"Estamos viendo una escalada en la actividad militar, que es exactamente lo contrario” a en lo que prometieron trabajar, apuntó.

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Alrededor de 80 países, organizaciones y socios que respaldan a Siria participan en la conferencia de donantes en Bruselas.

Los organizadores esperan que la reunión de impulse al estancado proceso de paz auspiciado por Naciones Unidas, además de reunir varios miles de millones en ayuda humanitaria para Siria y para vecinos como Líbano y Jordania, que hacen frente a la llegada de millones de refugiados.

El ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, dijo que su país proporcionará 1.000 millones de euros en nuevos fondos en 2018 y en los años posteriores.

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La UE, junto a otros muchos socios, se niega a ayudar a la reconstrucción de Siria hasta que se reanude el proceso de paz de Ginebra para para acabar con el conflicto, que está en su octavo año.

El embajador de Rusia ante la Unión Europea, Vladimir Chizhov, dijo que "es el momento de que la comunidad internacional (...) tome decisiones audaces para ayudar a Siria y a su pueblo a unir el país”.

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Por su parte, el primer ministro de Líbano, Saad Hariri, que enfrentará elecciones en dos semanas, subrayó que la situación de los sirios está empeorando.

"La amarga realidad es que a pesar de nuestros esfuerzos combinados las condiciones se han deteriorado. Líbano sigue siendo un gran campo de refugiados”, explicó.

El ministro británico para Oriente Medio, Alistair Burt, aceptó que las necesidades de Siria son enormes. "Todos sabemos que lo que hacemos por razones humanitarias es solo una tirita en la herida. Hay que tratar la herida en sí misma. Esperamos que la gravedad del conflicto y los daños que ha causado puedan emplearse en el futuro para animar a las partes a ponerse en marcha de nuevo”.

La provincia rebelde de Idlib, en el norte del país, podría convertirse en la nueva zona de crisis humanitaria en Siria, dijo en la víspera el enviado de Naciones Unidas para el país, Staffan De Mistura. (I)

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