El partido gobernante húngaro Fidesz podría impulsar pronto la legislación para actuar contra organizaciones que promueven los derechos de los emigrantes, tras el aplastante triunfo electoral del primer ministro, Viktor Orban.

El nacionalista de derecha se proyectó como el salvador de la cultura cristiana de Hungría frente a la inmigración musulmana a Europa, una imagen que fue respaldada por más de 2,5 millones de votantes, sobre todo, en áreas rurales.

Fidesz obtuvo una mayoría de dos tercios por tercera vez consecutiva el domingo, lo que significa que tiene el poder de cambiar leyes constitucionales, algo que podría allanar el camino para nuevas fricciones con la Unión Europea.

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La victoria podría animar a Orban a volcarse más en una alianza centroeuropea contra las políticas migratorias de la UE, trabajando con otros nacionalistas de derecha en Polonia y Austria y mostrando nuevas brechas en el bloque compuesto por 28 naciones.

Así como hacer realidad una propuesta de ley contra el financiero estadounidense nacido en Hungría George Soros, cuyas iniciativas filantrópicas buscan impulsar los valores liberales y de fronteras abiertas.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa dijo ayer que los comicios en Hungría no ofrecieron a los partidos opositores un campo de juego nivelado. (I)