Menos de 200 m separan la celda donde está recluido Luiz Inácio Lula da Silva del campamento que han levantado ayer sus simpatizantes con la intención de que permanezcan en pie hasta que vean en libertad al exmandatario brasileño.

“Lula libre”, así bautizó la militancia reunida en un cruce del barrio de Santa Cândida, en la zona norte de la ciudad de Curitiba (sur), el improvisado cuartel que comenzó a tomar forma en la mañana de ayer con la distribución de tareas y la instalación de las primeras carpas en el sitio.

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El objetivo, resistir hasta conquistar la libertad de su líder, porque “en este país todo funciona con presión”, afirma Roberto Baggio, coordinador del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en el estado de Paraná.

El campamento espera la llegada de más de 30 autobuses de distintas partes de Brasil con seguidores del tornero que se transformó en presidente y mito de la izquierda latinoamericana y hoy está confinado en una celda de 15 metros cuadrados para cumplir una pena de 12 años y un mes de prisión en régimen cerrado por corrupción y lavado de dinero.

La pasión de sus fieles continúa intacta a pesar de la histórica imagen de protagonizó la noche del sábado con su entrada en prisión en la sede de la Policía Federal de Curitiba, que amaneció ayer blindada por medio centenar de agentes militarizados que han establecido un perímetro de seguridad a cada lado del recinto.

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El campamento ha establecido comités para adquirir cierta funcionalidad, como un equipo de disciplina, cocina, salud, limpieza y hasta un departamento de comunicación para atender solo, “de forma muy cariñosa, a la prensa de la clase trabajadora”.

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Los organizadores dijeron que respetarán la ley del silencio desde las 22:00 hasta las 06:00 y que no dificultarán el acceso de los moradores, que han criticado al campamento, a sus casas.

El campamento en Curitiba se complementa con otro montado cerca de la Corte Suprema, en Brasilia. (I)

Primera noche
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva durmió tranquilo en su primera noche en la celda en la ciudad de Curitiba y pasó gran parte del tiempo acompañado por uno de sus abogados, informó ayer el Partido de los Trabajadores en un comunicado.