Los contingentes de la Guardia Nacional en los estados fronterizos con México aguardaban instrucciones ayer sobre las tareas que realizarán para ayudar a combatir el narcotráfico y la inmigración ilegal a lo largo de la frontera hasta que el presidente Donald Trump construya su prometido muro.

El despliegue “se encuentra en las primeras etapas de planeación”, señaló la Guardia Nacional de Texas.

En Washington, el teniente general Kenneth F. McKenzie de la Infantería de Marina, dijo a los reporteros en el Pentágono que aún no se decide cuántos elementos, si acaso, portarán armas durante su participación en la operación de seguridad fronteriza.

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Con presencia de tropas en todos los estados, la Guardia Nacional ha sido convocada por presidentes anteriores y gobernadores para colaborar en la protección de las fronteras de EE.UU., y el contingente de Texas indicó que tenía “conocimiento de primera mano de la misión y el área de operaciones”, lo que le permitirá integrarse sin problemas a sus nuevas funciones.

Los gobernadores republicanos de Arizona y Nuevo México acogieron el despliegue. Se desconoce cómo responderá el gobernador demócrata de California, Jerry Brown.

El mandatario ordenó el despliegue porque “estamos en un momento de crisis” en torno a la inmigración ilegal, dijo la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.

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En México, los políticos dejaron de lado las diferencias para condenar las decisiones de Trump y aprobar una resolución para suspender la cooperación en materia de migración ilegal y tráfico de drogas.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo que las amenazas y las faltas de respeto nunca se justificarán. (I)