El descendimiento de la cruz es unirse a la soledad de la virgen madre y de los apóstoles que vieron morir a su maestro crucificado, además de acompañar a Jesús hasta el sepulcro en lo que es el momento de fragilidad humano y esperar con gozo su resurrección, dijo el padre Jackson Ortiz tras la ceremonia que se cumplió la noche del viernes en Baños y que congresó a decenas de feligreses.

Jesús Salinas, representante de uno de los grupos apostólicos de la Diócesis de Ambato, informó que la preparación de los actores (que representaron a Jesús, la Virgen María y María Magdalena, entre otros), así como del escenario y otros detalles comenzó hace algunos meses con el fin de darle realce al programa religioso.

Manifestó que entre los personajes estuvieron los cucuruchos con los trajes morados que significan la muerte y otros con vestimentas blancas que representan la vida; además de dos mujeres piadosas que se encargaron de recibir y portar en la procesión del silencio la corona de espinas y los clavos que sacaron los santos varones.

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Salinas resaltó el hecho que luego de más de 30 años se haya retomado esta actividad. (I)