Guillermo Bagüí, de 40 años, se quedó con los audífonos en las orejas cuando le arrancharon el teléfono celular mientras disfrutaba de un video musical en su ruta habitual hacia su trabajo. Era el pasajero de un bus articulado de la Metrovía.

En un acto temerario y pensando que iba a alcanzar al ladrón, Guillermo se lanzó de cabeza desde la última ventana de la unidad, pero terminó tendido en el suelo, golpeado y debió de ser asistido por paramédicos. Sucedió el miércoles 21, cerca de las 08:00, en la parada del km 7,5 de la vía a Daule.

Su acto, que muchos calificaron como locura, desató una serie de comentarios y de quejas sobre la seguridad en el transporte público.

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El hombre labora en una empresa de limpieza. Salió caminando del hospital unas horas después del episodio. Dijo estar agradecido con Dios por no haberse fracturado algún hueso o haber incluso perdido la vida, pues contó que al estar guindado del bus pensó que caería y sería arrollado.

“Fue cuestión de segundos, si no fuera por los gritos de los pasajeros, el conductor nunca se habría dado cuenta, al igual que el guardia de la estación”, sostuvo Guillermo.

Él aseguró que en algunos medios vio la noticia distorsionada. “Se ha dicho que yo soy el ladrón a quien atraparon robando y quien se lanzó por huir; es mentira, quisiera aclararlo porque tengo familia y porque soy un hombre trabajador, pero cansado de que me roben”, expresó Guillermo.

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Él solicita más patrullajes, sobre todo por su sector, el Guasmo sur, de donde sale cada mañana y camina diez cuadras hasta la estación de la Metrovía. En ese trayecto, comentó, le robaron otro celular el año pasado.

“Aquí en cada esquina arranchan celulares, incluso mujeres en moto y armadas, a veces arrastran a las mujeres por robarles las carteras”, reclamó el hombre.

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Luego de meditarlo, confesó que fue una locura el lanzarse, pero aseguró que lo hizo al ver al sujeto irse bien campante caminando con su teléfono.

Bagüí se lastimó los dedos de la mano izquierda al intentar agarrarse de la baranda cuando era arrastrado, además tiene las piernas hinchadas por los golpes y debe tomar medicación durante algunos días. En el hospital le dieron tres días de descanso.

Así pasó
Guillermo Bagüí relató que fue sorprendido por un sujeto que se metió entre la reja de la estación y el bus de la Metrovía que recogía y dejaba pasajeros y que habría esperado a que las puertas se cierren para robarle el teléfono. Él se lanzó de cabeza por la ventana pensando que lo iba a alcanzar porque el sujeto se iba caminando, pero su zapato izquierdo quedó atrapado y quedó colgado del articulado que avanzó varios metros antes de detenerse al ser el chofer alertado por los pasajeros. Entonces Guillermo cayó por la entrada de la estación con algunos hematomas.

Debería haber más control en la Metrovía, porque cuando gritó la gente recién el guardia se dio cuenta y yo estaba de cabeza. Nunca vio al ladrón y son muy comunes los arranchones.Guillermo Bagüí, víctima de robo

(I)

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