Silvana Pástor dice que existen “motivaciones políticas” en la auditoría a la empresa por su parentesco con el exministro Wilson Pástor. Sin embargo, no descarta recurrir a las cláusulas del contrato para resolver controversias, que, al agotarse todas las instancias, contempla un arbitraje en la Corte de La Haya.

Existen críticas porque el Consorcio DGC ganó la adjudicación del campo Singue, cuando su padre, Wilson Pástor, era ministro de Hidrocarburos. Ahora usted es la apoderada e la empresa.

El proceso de licitación empezó en junio del 2011. Las negociaciones se dieron a partir de octubre y se adjudicó en marzo del 2012. Recién en abril se firmó el contrato. En ese tiempo yo trabajaba como directora administrativa y financiera en Automotores y Anexos. A mí me contactaron cuando ya estaban firmados los contratos, para un proceso de selección en Gente Oil, no en el Consorcio. Si se hubiera adjudicado el contrato en régimen especial, entendería esa idea; pero hubo una licitación internacional publicitada, cuatro comisiones que evalúan las ofertas. Y no es que el ministro adjudica solo. Para hacerlo tiene la recomendación del comité de licitaciones, por ley. Si el comité recomienda, no puede negarse.

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La Contraloría se ratifica en una serie de señalamientos, una glosa y hasta indicios penales.

Lastimosamente, la Contraloría comete errores, tergiversaciones o incluso hace análisis infundados de todo el proceso de la licitación, adjudicación, proceso contractual...

Los auditores establecieron un perjuicio de $ 5,2 millones al Estado.

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La tarifa (de $ 33,5 por barril, que es el ingreso de la contratista) es de las más bajas. Estos contratos tienen una cláusula de protección al Estado. Si el precio del crudo baja, no le pagan a la compañía. A la fecha, nos deben $ 30 millones. La contratista es la que asume la caída del precio del crudo. Actualmente, la tarifa promedio es de $ 23, no de $ 33,5. Eso es algo que no se dice y que tampoco se pone en el informe de Contraloría. En estos contratos la contratista asume todos los riesgos: geológicos, operativos, de caída del precio del crudo, políticos...

¿Riesgo político?

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Yo no soy política, pero no puedo ser ajena a lo que ocurre en el país: hay muchas denuncias de corrupción, cambio de gobierno... Es evidente la motivación política si se tiene un contrato técnicamente bien hecho, pero que termina con responsabilidad penal y glosas. Si todos estos campos que se licitaron tienen el mismo esquema, negociaron su tarifa y trabajaron con una reglamentación idéntica, ¿por qué se hace solo una auditoría al campo Singue?

¿Usted no tiene respuesta a esa pregunta?

Infiero que es por la relación (de padre e hija) de Wilson Pástor y Silvana Pástor, que tratan de señalar algún beneficio. Aquí (en Gente Oil) yo no tengo participación ni acciones, tengo un sueldo como directora administrativa-financiera en un área técnica. No es que soy dueña ni mi padre tiene relación con los accionistas.

En los señalamientos de la Contraloría y Fiscalía están Jorge Glas...

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Jorge Glas, Rafael Correa, Wilson Pástor estuvieron en todos los contratos (de los demás campos). Pero solo se auditó al campo Singue.

¿Hay la posibilidad de que los inversionistas se vayan?

No. El inversionista va a cumplir el contrato, no se va a ir. Aunque lo que sí podría hacer es demandar.

¿Un arbitraje en la Corte de La Haya?

(No responde. Esa posibilidad está contemplada en las cláusulas del contrato). (I)