Cinco horas duró ayer la indagación en el interior del puerto pesquero privado Puerto Atún en Jaramijó, Manabí, donde estaban los 21 tripulantes de la embarcación pesquera Don Ramón que el pasado 6 de marzo reportó, desde altamar, la desaparición del biólogo pesquero guayaquileño Édison Valencia Bravo, de 27 años.

Antes de la llegada del navío (cerca de las 06:20), los familiares de Valencia hicieron una vigilia frente al edificio de la Capitanía del puerto de Manta, desde la noche del martes.

Hasta el momento y con la información dada por los tripulantes, la Capitanía maneja como hipótesis la presunta caída accidental de Valencia, quien en 2015 habría sido uno de los mejores egresados en Biología pesquera de la Espol, según sus familiares. El joven pretendía ir a Canadá a realizar una maestría, por eso aquel sería su último viaje.

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“De acuerdo a las versiones y lo oficial es que fue un hombre al agua”, señaló Carlos Nivela, capitán del puerto de Manta.

El incidente se habría presentado a unas mil millas frente a las costas peruanas.

Nivela alertó también de las complejidades de la búsqueda, que hasta ayer se mantenía con respaldo de la Marina de Guerra de Perú, indicó. “Mil millas es una distancia bastante grande para un medio aéreo (...), se han realizado avisos a los navegantes”, agregó. (I)

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paquetes de cocaína fueron incautados en Esmeraldas. Un sujeto que transportaba la droga fue detenido. (I)