La pesca con atarrayas es una alternativa de los pescadores artesanales para llevar el sustento a casa.

Esta es una actividad artesanal que en Chanduy, provincia de Santa Elena, ha sido la herencia de varias generaciones de comuneros y que resurge con el invierno.

Carlos Rodríguez y otros tres amigos, entre ellos Iván Quimí, llegaron esta semana hasta el río Zapotal, cuya aguas crecieron el domingo pasado después de una fuerte lluvia.

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‘Salvar el almuerzo’
Mientras unos se admiraban del río, algunos aprovechaban para bañarse y otros, casi una decena, para lanzar sus atarrayas y capturar uno que otro chame o camarón de río que salve el almuerzo de la familia en estos días.

Para Rodríguez, el día empezó con la pesca de un chame pequeño, continuó con la captura de unos camarones y, al final de la jornada la captura sería repartida por igual para los tres jefes de hogar.

Red
La atarraya se trata de la red que se usa para la pesca, es pequeña y para lanzarla al agua; una buena técnica es la clave.

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Los tejedores de atarrayas se demoran más de una semana para elaborar uno de estos tejidos, dependiendo del tamaño de la red.

Para elaborar las atarrayas, los artesanos se sientan y atan la piola nailon desde una parte alta, casi siempre la sostiene de un clavo, en la pared.

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Una vez seleccionado el tamaño que se va a confeccionar, comienza el tejido de la red, en la que se efectúan diferentes nudos para entrelazar la piola nailon.

Tradición
“Esto viene desde la niñez, nos enseñaron nuestros abuelos y papás”, manifestó Rodríguez, quien se dedica a la pesca en mar, pero sostiene que el agua lluvia que desemboca en el mar aleja a las especies de las costas por lo que debe recurrir a este tipo de capturas el sustento de su familia.

En inviernos como este es común ver a pescadores que lanzan sus redes en los ríos de Palmar, de Manglaralto, de Zapotal y otros.

Preparación
En referencia a las preparaciones, Rodríguez detalla que el pescado y el camarón se comen fritos o de cualquier otra forma, menos en caldo.

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“Es una oportunidad también de enseñarle a pescar a nuestros muchachos, yo vengo con mi hijo”, indicó Luis Lindao, un habitante de la localidad de Chanduy.

Esto (técnica del uso de las atarrayas para pescar en los ríos) viene desde la niñez. Nos enseñaron nuestros abuelos y papás.Carlos Rodríguez, pescador

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