Presa de lo que él llamó “un dolor indescriptible”, Galo Macías peregrinaba este lunes hasta entrada la tarde entre el Laboratorio de Criminalística de la Policía, el hospital del Guasmo y el Registro Civil realizando los trámites que le permitan retirar los cuerpos de su esposa y de tres de sus cuatro hijos, para darles cristiana sepultura.

Él y su hijo de 2 años, quien está asilado en el hospital del Guasmo, fueron los únicos miembros de la familia que sobrevivieron a un trágico choque ocurrido la noche del domingo en el bloque 1 de la cooperativa Unión de Bananeros, en el sur de Guayaquil.

Su esposa Gloria, de 38 años, y su hija Ruddy, de 21, murieron instantáneamente, pero los gemelos Mathew y Galo, de 8 años, fueron trasladados aún con signos vitales hasta dos casas asistenciales del sector. Mathew murió en el hospital del Guasmo, mientras Galo pereció en la ambulancia cuando llegaba al hospital Francisco de Ycaza Bustamante.

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Con los ojos llenos de lágrimas, el padre de familia contó que tomaron un taxi informal (Hyundai) en el Guasmo, donde habían pasado el día en casa de familiares, para dirigirse a su vivienda en el suburbio.

Luego de avanzar hasta una intercepción fueron impactados por un automóvil Aveo blanco que, según el parte preliminar de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), no habría respetado el disco pare. Ocurrió a las 23:15.

Luis Lalama, jefe operativo de la ATM, confirmó que el conductor del carro blanco, identificado como Luis C., fue detenido y aseguró que tras realizarle la prueba de alcoholemia, esta salió positiva.

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Dijo también que al aprehenderlo lo trasladaron hasta una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) del sector, y ahí los uniformados habrían informado que Luis C. debía tener grillete electrónico en la pierna, pero no lo portaba. El detenido, según Lalama, sería un gendarme dado de baja en el 2010 por un mal procedimiento policial.

EL UNIVERSO solicitó información sobre el caso al Ministerio de Justicia, pero hasta la noche del lunes no se obtuvo respuesta.

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En el parte de tránsito consta que el vehículo blanco estuvo involucrado en otro accidente antes de impactar al auto en el que viajaba la familia Macías. Según Lalama, en una moto lo seguían para reclamarle, por eso iba a exceso de velocidad y no respetó la señal de pare.

El conductor del taxi informal (Hyundai vino), en el que iban las víctimas, habría huido del sitio del accidente antes de que llegaran las autoridades.

En las calles Maldonado y la 38, los familiares de los fallecidos esperaban el lunes la llegada de los cuerpos, pero ellos no son los únicos en la ciudad que estaban retirando en Medicina Legal a algún pariente que haya muerto a causa de un accidente de tránsito.

Solo el domingo, a la morgue ingresaron cuatro cuerpos, dos fallecieron atropellados y otros dos en estrellamientos.

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El coronel Lalama admitió que en estos meses los accidentes de tránsito se han incrementado, según él, a causa del clima y la calzada mojada.

La ATM en sus cifras registra un incremento del 15 % en estrellamientos y del 19 % en atropellamientos entre enero del 2017 y enero del 2018, aunque sus estadísticas también revelan que ha disminuido en un 15 % el número de víctimas registradas en siniestros.

Robo a víctimas
Galo Macías, esposo y padre de los fallecidos, debió ir al Registro Civil de la calle 9 de Octubre para obtener los documentos que confirmen las identidades de su esposa e hija mayor, pues en el lugar del choque quienes se acercaban supuestamente a ayudar les habrían robado sus pertenencias antes de que llegaran los organismos de rescate. Esa situación alargó el trámite en el Departamento de Criminalística y hasta las 14:00 del lunes no lograban retirar los cuerpos de los cuatro miembros de la familia. (I)