El Día del Amor y la Amistad terminó de una manera trágica para una familia que habita en la parroquia rural Jadán, perteneciente al cantón Gualaceo, en el norte de Cuenca.

En el interior del domicilio ubicado junto al cementerio parroquial, en pleno centro de Jadán, habría ocurrido lo que las autoridades policiales consideran el segundo femicidio del año en la provincia del Azuay.

Según el Ministerio del Interior, hasta el 5 de febrero se han registrado 7 femicidios en el país, información con la que no coincide Lita Martínez, directora del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer (Cepam). Según ella, incluido este último caso, serían 20 los femicidios registrados a nivel nacional desde que empezó el 2018.

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Según las primeras investigaciones de la Policía, que desde las 07:00 de ayer realizó el levantamiento de los cuerpos en Gualaceo, el presunto femicida ahorcó a su pareja y luego se dio un tiro en la cabeza. Él tenía 32 años y ella 27.

La alerta del ataque, según algunos vecinos, la dio a las 04:00 de ayer uno de los hijos de la pareja que habría presenciado el macabro hecho.

El fiscal del Azuay, Adrián Rojas, comentó que los menores fueron rescatados por la Policía Especializada en Niños y Adolescentes para luego de una valoración médica y psicológica entregarlos a familiares.

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Lo que las autoridades aún no determinan es el origen de la disputa y si habría antecedentes de violencia en la pareja.

El primer femicidio en esta provincia habría ocurrido el 3 de enero pasado, cuando Irene Peralta, una embarazada, fue atacada con un cuchillo supuestamente por su conviviente frente a sus tres hijos.

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Ella vivía en el cantón El Pan, al nororiente de Cuenca, y al llegar esa noche a su vivienda luego de un día de trabajo fue víctima del ataque y murió desangrada.

Luego de 20 días fue encontrado, en estado de descomposición, el cuerpo del presunto asesino que había huido del lugar en medio de la maleza en el sector de San Vicente. Se presume que el sujeto se suicidó tras el crimen. (I)