Durante la mañana de ayer, la salida de habitantes de El Morrillo, en Santa Elena, fue difícil debido a la crecida del río de la comunidad.

El afluente aumentó su cauce luego de la noche de lluvia que se registró en toda la provincia de Santa Elena y que generó varios estragos. En El Morillo, los habitantes pidieron la colocación de alcantarillas.

“Empezó a llover desde las once de la noche hasta las dos de la mañana, de ahí siguió cayendo, pero menos”, comentó Evaristo Orrala, comunero de El Morrillo, quien aseguró que el nivel del río bajó cerca de las 09:30.

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“Queremos que pongan unas cuantas alcantarillas para poder pasar”, pidió Orrala, quien aseguró que en una fuerte lluvia la comunidad peninsular puede quedarse aislada.

La Empresa Municipal de Vialidad de Santa Elena envió maquinaria pesada al sitio, cuyos operarios se dedicaron a abrir zanjas para propiciar el drenaje de aguas lluvias.

En Salinas, las quejas empezaron en la mañana por el lodo y las lagunas en calles de poblados como José Luis Tamayo, Muey. En La Libertad, en barrios como Virgen del Carmen, Jaime Roldós, San Raymundo, entre otros, los vecinos argumentaron que el canal abierto por el que corren las aguas lluvias no estaba limpio, que en algunos puntos la maleza y basura obstruía el paso del agua.

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“Queremos que maquinaria haga la limpieza de ese canal donde gente inconsciente bota su basura”, criticó una habitante libertense.

Sin embargo, en esta ciudad, las molestias no fueron solo por el canal abierto, sino también por las calles deterioradas y lodosas que dificultaban el paso de los vehículos.

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En la capital, Santa Elena, también se reportó agua acumulada en zonas bajas y en poblados como San Pablo. Los comuneros señalaron que requieren de atención de las autoridades.

Aproximadamente una docena de familias del sector Narcisa de Jesús, en San Pablo, se quedó parcialmente aislada, ya que frente a sus casas se formó una laguna de más de 200 metros de largo que les impedía pasar a la carretera San Pablo-San Vicente.

“Si llovía fuerte, el agua sí se metía a las casas. Estuvo a punto de entrar sí, pedimos que se pongan alcantarillas”, dijo la moradora Isabel Morán.

Maquinaria pesada particular ayudó a formar una zanja para que el agua acumulada evacúe de las zonas anegadas. “Había que ayudarlos no podíamos quedarnos así viendo lo que pasaba”, comentó Jorge Vásquez, operador de una maquinaria. (I)

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