Tal como lo había avisado a mediados de semana, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) empezó ayer un paro armado (hasta el 13 de febrero) que ya dejó en su primer día dos atentados de este grupo rebelde.

El primer ataque se efectuó a las 02:00 de ayer, cuando detonaron explosivos en el puente Simaña, ubicado en la vía La Mata - San Roque, en el municipio de Pelaya, del departamento de Cesar, informó Caracol Radio.

Mientras que el diario El Tiempo publicó que el Ejército colombiano indicó que el ELN detuvo una tractomula y detonó una carga explosiva que dañó una carretera en el mismo departamento, pasadas las 06:00, en la población de Curumani, sector de Boquerón.

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En un comunicado, el Comando de la Décima Brigada Blindada atribuyó al grupo rebelde los dos atentados: “Estas acciones terroristas contra la población civil fueron perpetradas por el frente Camilo Torres Restrepo, de la compañía Capitán Francisco Bossio del ELN”. También señaló que enfrentarán las acciones terroristas en su jurisdicción.

Medios locales indicaron que tras los hechos, tropas fueron ubicadas en la zona para garantizar la seguridad de las personas y evaluar los hechos. Además de tratar de despejar las vías para permitir el tránsito normal, pese a los daños.

En tanto, un día antes, la ONU denunció que cuando el ELN atacó las estaciones de policía en el norte del país en enero –que causaron la muerte de ocho uniformados y decenas de heridos–, la guerrilla infringió el derecho internacional humanitario, según AFP

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El atentado de los rebeldes contra una estación en la ciudad de Barranquilla “implica una infracción al DIH y una violación de los derechos a la vida e integridad personal de las víctimas”, indicó en un comunicado la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

El presidente Juan Manuel Santos congeló los diálogos de paz con el ELN, la última guerrilla activa del país, luego de los tres ataques.

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El mandatario ordenó entonces a la fuerza pública actuar “con máxima determinación” contra el grupo guevarista.

A pesar de que a principios de año expiró la tregua bilateral que las partes habían pactado como parte de las negociaciones, las acciones del ELN y la fuerza pública “deben respetar las normas del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y el Derecho Internacional Humanitario”, recalcó la ONU.

El conflicto armado colombiano lleva más de medio siglo y ha dejado ocho millones de víctimas, entre muertos, desaparecidos y desplazados. (I)