Un vitral multicolor, madera y piedra de mediados de 1700, adobe y ladrillo que se usaban en la época colonial, entre otros detalles, forman parte de casas patrimoniales del centro histórico rehabilitadas por el Ministerio de Cultura que se transformarán en centros culturales, embajadas y sedes institucionales. Se trata de cuatro edificaciones en las cuales esa secretaría de Estado ha invertido, en 2017, más de $ 3,5 millones en la parte eléctrica, mecánica, aire acondicionado, iluminación, intervención general arquitectónica, en un plazo de entre 180 y 240 días.

Se convertirán en la sede del núcleo de Pichincha de la Casa de la Cultura, en un centro cultural mexicano, en el Instituto de Cine y Creación Audiovisual y en la embajada de Palestina.

Daniel Guerrero, gerente de la Unidad de Conservación Patrimonial del Ministerio de Cultura, señaló que para que un bien sea considerado como patrimonial se deben considerar algunos aspectos, como su año de construcción o características específicas. Por ejemplo, se rehabilitaron muros de hormigón de una de las casas que data de 1740.

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“Se la considera patrimonial porque los elementos técnicos constructivos están hechos con materiales de la época colonial como son el tapial, el adobe, la madera y ladrillo. Perteneció a una época en la que el centro histórico se expande (...) en la segunda etapa de colonia y la primera etapa de la República”, explicó Bolívar Romero. Sobre la rehabilitación de los bienes, Raúl Pérez Torres, ministro de Cultura, sostuvo que la idea es repotencializar lo que significa el barrio y la comunidad. “Tenemos algunas casas que son de patrimonio (...), trabajarlas para que se conviertan en espacios públicos, en espacio de expresión cultural”, dijo Pérez sobre este proyecto.

Cuando un bien está declarado patrimonial se establecen normativas que dicen qué es lo que uno puede mover o cambiar, la fachada es algo de lo que se debe conservar.Daniel Guerrero, gerente de la Unidad de Conservación Patrimonial del Ministerio de Cultura.

(I)