Hay desespero entre los hacendados de la comuna El Azúcar, en el cantón Santa Elena, provincia de igual nombre. El caudal de los esteros alimentados por la presa Chongón-San Vicente desciende progresivamente y por algunos días los agricultores no han podido cumplir con el riego de sembríos de banano, mango, guanábano, uva, mango, naranja, entre otras frutas que van a mercados internacionales.

Los hacendados Carolina Villavicencio y Mauricio Valarezo, de dos propiedades vecinas, sostienen que en un mes la bajada alcanza los 1,20 metros.

“Es inminente que tenemos que hacer una inversión, tenemos que mover nuestra estación de bombeo al filo de la laguna”, comenta Carolina, en referencia al programado desplazamiento de las bombas en un aproximado de 100 metros.

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En el invierno pasado, con lluvias continuas, el agua cubrió la caseta, la que debió alzarse casi dos metros. Hoy el descenso es de 3 centímetros al día, según ambos agricultores.

Una regla puesta en el estedrillo donde se clavan dos tubos para succionar agua marca que el nivel podría estar entre los 1,10 y 1,20 metros. A distancia, no es posible ser preciso por los lechuguines. Una preocupada Carolina comenta que el nivel regular en el punto no es de menos de 3 metros.

“Si así estamos nosotros que estamos al pie del agua, cómo estarán las poblaciones de más allá”, alerta la supervisora del terreno de 130 hectáreas, 40 de ellas con sembríos.

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El sistema Chongón-San Vicente es manejado por la Empresa Pública del Agua (EPA) y dota de líquido al noroeste de Santa Elena. En su portal web, en referencia a seis meses de verano, la EPA indica que “el embalse San Vicente cuenta con 9 millones de metros cúbicos de agua que, distribuidos adecuadamente, han venido satisfaciendo las necesidades de la Península”.

Y agrega: “Para una mejor gestión del recurso hídrico, la EPA, en coordinación con el Ministerio de Agricultura, se encuentra regularizando las captaciones de agua en el canal Bejuco y el embalse Leoncito, facilitando al usuario el uso de esta para el riego de cultivos”.

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El sistema incluye un canal que actualmente registra bajo caudal en algunos tramos, como en la zona de la parroquia peninsular Julio Moreno.

En El Azúcar, cuya entrada queda luego de pasar la comuna Zapotal (kilómetro 90 de la carretera Guayaquil-Santa Elena), hacendados sostienen que EPA encargó el bombeo a una empresa china y supuestamente la avería de equipos afecta la distribución.

Este Diario solicitó el miércoles pasado una entrevista a la EPA, la que no fue confirmada hasta el cierre de esta edición.

El hacendado Valarezo comenta que quienes producen la tierra aportan con fuentes de trabajo, que cada uno paga por un determinado volumen de agua, que él apostó por el “cambio de la matriz productiva” al accionar sus bombas de succión con electricidad y no diésel.

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El regado diario se ha reducido a tres días por semana, ya que el bajo caudal dificulta la succión, explica Valarezo, mostrando el terreno cuarteado.

El lunes pasado, los hacendados acudieron a la oficina de la EPA en el Centro Integrado de Atención Ciudadana, en La Puntilla (Samborondón). Piden el pronto bombeo del agua y así evitar la muerte de peces en los embalses, lagos y esteros.

“Si mueren, el agua se contamina y si después mandan agua de nada va a servir”, dice un hacendado israelí que advierte de que incluso la potabilizadora de Santa Elena podría verse afectada en su producción. (I)