El gobierno de España declaró este viernes 'persona non grata' al embajador venezolano en Madrid, Mario Isea, al día siguiente de que Caracas hiciera lo mismo con el embajador español, anunció el portavoz del ejecutivo.

"El gobierno responde de forma proporcional, y por ello ha decidido, en estricta aplicación del principio de reciprocidad, declarar persona non grata al embajador de Venezuela en España", afirmó el portavoz Íñigo Méndez de Vigo.

El embajador Isea ya había sido llamado a consultas el miércoles por su gobierno, y "no está en España", puntualizó Méndez de Vigo.

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Desde hace años, el gobierno de Rajoy y el del presidente venezolano Nicolás Maduro tienen una mala relación.

La tensión se disparó esta semana cuando el lunes la Unión Europea adoptó sanciones contra siete altos funcionarios venezolanos, entre ellos el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, el ministro de Interior, Néstor Reverol, y la presidenta del poder electoral, Tibisay Lucena.

Venezuela acusa a España de haber pujado para que la UE adoptara esas sanciones, y el martes, en un acto público, Maduro atacó al presidente del gobierno Mariano Rajoy, acusándolo de "racista" y "colonialista" y de dirigir "el gobierno más corrupto que jamás se haya conocido en la historia de España".

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Al día siguiente, el líder conservador español le contestó que esos ataques le traen "sin cuidado", y reafirmó su posición afirmando que las sanciones son "muy merecidas", ante "las brutales decisiones" y "la forma de entender la democracia que tiene el señor Maduro".

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A partir de ahí la crisis abierta se aceleró.

Venezuela había declarado 'persona no grata' a embajador español

El mismo miércoles, invocando "la agresión injerencista y colonialistas del Reino de España", Venezuela llamó a consultas a su embajador en Madrid, Mario Isea, y el jueves el gobierno de Maduro declaró 'persona no grata' al embajador del país europeo en Caracas, Jesús Silva.

A éste se le notificó que tiene 72 horas para abandonar el país, indicó a AFP la cancillería española, que este viernes recibió el apoyo del ministerio francés de Exteriores y de la Unión europea.

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La crisis abierta entre Madrid y Caracas se produce cuando Venezuela se prepara para unas elecciones presidenciales adelantadas, que deben celebrarse el 30 de abril a más tardar.

Maduro espera repetir mandato en medio de una formidable crisis política y económica en el país, donde el Fondo Monetario Internacional dijo este jueves que espera para 2018 un desplome del 15% del PIB y una inflación de hasta 13.000%.

Las previsiones se añaden a una escasez grave de alimentos y medicinas.

En los comicios, por otro lado, no podrá presentarse en bloque con un solo candidato la opositora Mesa de Unidad Democrática, en virtud de una reciente decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela.

El dictámen causó sorpresa y enojo entre una oposición dividida y sin un líder claro, que ahora deberá buscar candidatos para enfrentarse a Maduro.  (I)