El Ejército turco lanzó este sábado una operación terrestre "de facto" en el norte de Siria, tras haber llevado a cabo nuevos bombardeos contra la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG).

"La operación de Afrin comenzó de facto en el terreno", dijo Erdogan en un discurso televisado desde la ciudad de Kutahya, sin dar más detalles. "Será seguida por Manbij", dijo en referencia a otra localidad siria dominada por los kurdos, más al este.

Afrin y Manbij están controladas por las Unidades de Protección Popular (YPG), una milicia kurda de Siria que Ankara considera terrorista.

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Ankara había enviado en los últimos días cientos de soldados y decenas de vehículos militares a la zona fronteriza, en un contexto de repetidas amenazas de altos funcionarios sobre la posibilidad del lanzamiento de una operación en cualquier momento.

Las fuerzas armadas turcas habían afirmado previamente el sábado que habían bombardeado en "legítima defensa" posiciones de las YPG en respuesta a disparos de artillería en la región siria de Afrin.

Es el segundo día consecutivo en que el ejército turco bombardea objetivos kurdos en el norte de Siria. Turquía movilizó también para la ofensiva a los combatientes rebeldes sirios favorables a Turquía presentes en Siria.

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"Las promesas que nos hicieron respecto a Manbij no se cumplieron. Por lo que nadie puede poner objeciones si hacemos lo que es necesario", dijo Erdogan, en referencia a las afirmaciones de Estados Unidos de que las YPG se retirarían de Afrin.

"Después iremos, paso a paso, limpiando nuestro país hasta la frontera iraquí de esta inmundicia terrorista que está intentando asediar nuestro país", señaló.

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Turquía destruirá "paso a paso" el "corredor terrorista" instalado por las YPG agregó.

Ankara acusa a las YPG de ser el brazo sirio del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) de Turquía, que lleva a cabo desde hace 30 años una rebelión armada en el sureste de del país, poblado mayoritariamente por kurdos.

Ankara y sus aliados occidentales lo califican de terrorista.

Rusía habría apoyado ataque turco

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No obstante, las YPG también son un aliado clave de Estados Unidos, socio de Turquía en la OTAN, en la guerra contra el grupo Estado Islámico (EI), y desempeñaron un importante papel en la expulsión de los yihadistas de sus principales bastiones en Siria.

El ministro adjunto de Relaciones Exteriores sirio, Fayçal Mekdad, había afirmado el jueves que la aviación siria abatiría cualquier aparato militar turco que se adentrara en su espacio aéreo.

Los analistas consideran que para lanzar una gran ofensiva en Siria es necesario el aval de Rusia, que está militarmente presente en la región y mantiene buenas relaciones con las YPG.

El jefe del Ejército turco, el general Hulusi Akar, y el de los servicios de inteligencia Hakan Fridan viajaron el jueves a Moscú para mantener reuniones.

"Turquía no lanzará una ofensiva terrestre y aérea total sin la bendición de Moscú", pronosticó Anthony Skinner, analista del gabinete de consultores de riesgo Verisk Maplecroft.

Las amenazas de intervención turcas habían provocado preocupación en Washington, que apoyó a las YPG en su lucha contra el EI y su toma de control de una gran parte del norte de Siria, hasta la frontera iraquí.

"No creemos que una operación militar [...] conduzca a la estabilidad regional, a la estabilidad en Siria ni al apaciguamiento de los temores de Turquía respecto a la seguridad de su frontera", advirtió el viernes un alto funcionario del Departamento de Estado.

Una operación turca constituiría "un duro golpe" para la coalición dirigida por Estados Unidos en Siria, que aún depende mucho de las YPG para estabilizar la región tras la desbandada del grupo EI, según el analista Anthony Skinner.  (I)