Ecuador volvió este jueves en los mercados internacionales y logró colocar bonos soberanos por $3.000 millones a diez años plazo, a una tasa de 7,87% y con vencimiento en enero del 2028. El Ministerio de Economía y Finanzas confirmó la noticia, al indicar que hubo una demanda de hasta $ 10.000 millones por dichos bonos.

Se trata de una nueva adquisición de deuda en un país que hasta noviembre suma una deuda agregada de $ 46.554,5 millones.

En el anuncio, que se pudo conocer el jueves en la Bolsa de Nueva York, se detalló el destino de la nueva deuda: financiar programas de Gobierno, así como proyectos de infraestructura que tengan la capacidad para repagar la deuda relacionada, y adicionalmente anunció que los recursos servirían “para refinanciar la deuda externa existente en términos más favorables para el país”.

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Sin embargo, el Ministerio en su comunicación oficial dijo que “esta operación se inscribe dentro de la planificación de financiamiento del Presupuesto 2018 y forma parte del Programa Económico Cuatrianual, así como el Plan Anual de Inversiones del 2018.

Ecuador casi cuadruplicó la deuda pública en diez años de correato y solamente en el 2017 la subió 18,2 % al pasar de los $ 39.282,7 millones a los $ 46.554 millones.

Según Ramiro Crespo, de Analytica Securities y quien al momento forma parte de la auditoría de la deuda externa convocada por la Contraloría, sería muy positivo que se logre refinanciar la deuda cara por una más barata; pero también habría que ponerle mucho cuidado a los proyectos en los cuales el Gobierno buscaría invertir, para garantizar el repago de dicha deuda. También, añadió, es importante que los recursos no se desvíen al gasto corriente.

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El experto destacó que la negociación se hizo a través de Credit Swiss, Deutsche Bank y JP Morgan, lo cual sugiere que se ha ampliado la participación de inversores.

Por su parte, Vicente Albornoz, catedrático de la Universidad de las Américas y quien es parte del Foro Económico, este nuevo endeudamiento significa que el Gobierno continúa con una equivocada política económica, en la cual no se piensa en las consecuencias: “Mientras más tiempo estemos en la farra, más fuerte será el chuchaqui”, comentó.

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Lamentó que no llegue el ajuste fiscal y explicó que el año anterior Ecuador debió pagar $ 10.000 millones por intereses y amortizaciones, y que con esta nueva deuda aumentarían. (I)