Un favor, de entrada. No busquen exégesis. Acepten cápsulas. Hay demasiada tinta en el tintero. No busco persuadir, solo inquietarles; si la duda germina, bienvenida sea. Pretendo volcar hacia ustedes un amasijo de anhelos e incertidumbres.

1. En una librería argentina, de aquellas que apuestan al pasado, encuentro, sin mayor esfuerzo, un libro buscado por mí desde hace algunos años: El habla de mi tierra, del salesiano Rodolfo Ragucci. Con este libro aprendí español, de estas páginas extraje verdades; sus axiomas, dichos y refranes hasta hoy son mis compañeros. Cómo dista este libro de aquellos con los que hoy estudia nuestra niñez y juventud, esos de los ‘las y los’ y de esas burdas disquisiciones sobre género. ¡O tempora, o mores!

2. Termina un año con tufo a podrido, con una masa purulenta y nauseabunda extendida por los rincones patrios, atropellado por una corrupción galopante. Los caminos de la apropiación indebida de fondos públicos se han vuelto sofisticados, los rastros se tornan cada día más difíciles de descubrir y una gama enorme de intermediarios convierte un delito en viveza, ostentada con desparpajo, y, a sus cómplices, en adalides de remedos revolucionarios.

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3. Nuestras cárceles se repletan con quienes infringieron leyes menores, con quienes carecen de defensores, con quienes no gozan de favores políticos; los peces gordos, aquellos que inflaron su patrimonio y proclamaron que sus manos eran limpias, pasean su inverecundia por nuestras calles, disfrutan descaradamente del mal uso de dinero público y para ellos la justicia sigue siendo ciega y sorda o se aúpan bajo trámites y resabios de leyes especialmente creadas para ocultar lo inconfesable.

4. LMG luego de siete meses de gobierno sigue marchando en su propio terreno ahondando el pantano en lugar de abandonarlo. Las piezas clave del gobierno de la década malgastada siguen incrustadas en la nómina del Estado, aparentemente, para permanecer en ella. La pregunta de Perogrullo: ¿es tal el compromiso de LMG con su pasado político que no debe, y por eso no puede, salir de ellos? De ser así, la sonrisa presidencial y su aparente bonhomía estarían dando la razón a Mangas: nada cambiará, pero hay que aparentarlo que sí.

5. En esta Navidad es oportuno pensar en la niñez y juventud mancilladas por un grupo de maestros criminales que asesinaron la inocencia y buena fe de sus estudiantes en complicidad con autoridades que decidieron poner tierra sobre tales fechorías en lugar de sancionar ejemplarmente a los culpables.

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6. Un pueblo sin ganas de luchar, sin principios y valores que defender conforma una nación destinada a perecer como sociedad. El silencio y la desidia son pasaportes hacia linderos de inseguridad y zozobra permanentes. Ecuador está al borde del abismo, todos lo sabemos. Hemos decidido cerrar los ojos para anestesiar la conciencia.

7. Hago votos para que cual ave fénix podamos aún levantarnos, chamuscados quizá, pero aún aptos para volar. Los milagros no son frecuentes, pero los necesitamos. Ecuador tiene todo para ser grande, altivo y honrado. Desechemos la mezquindad, venga de donde viniere. Feliz Año 2018.

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“A pesar de las ilusiones racionalistas, e incluso marxistas, toda la historia del mundo es la historia de la libertad”, Albert Camus.

(O)