“No se está desgranando” el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPC), aseguró su presidenta, Raquel González, luego de enterarse por la red social Twitter de que su colega Xavier Burbano renunció ayer a su cargo.

Su dimisión fue el primer efecto de la convocatoria a la consulta popular y referéndum, previstos para el 4 de febrero de 2018, en el que una de las siete preguntas plantea la reestructuración del CPC y la cesación de funciones de los actuales consejeros.

Burbano cuestionó en una carta que, con el plebiscito, su función “dependerá de una campaña proselitista para ganar adeptos por el Sí o el No”, y eso “altera” las reglas normativas con las que se postuló.

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El vocal Juan Peña le deseó “éxitos”; mientras que su colega Tania Pauker pedía al pleno que se posesionara ese momento a la suplente, Sonia Vera, quien esperaba entre el público para conocer la decisión.

No la posesionaron, pues primero debe dejar su cargo en el Consejo: es coordinadora intercultural, con un salario de $ 3.418, más los adicionales, que suman otros $ 3.160.

Esta sesión, que duró seis horas, tuvo otro momento de tensión cuando se daba la aprobación de los reglamentos para elegir al defensor público y al contralor del Estado.

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Este último puesto está encargado a Pablo Celi, ya que Carlos Pólit está prófugo y es investigado por concusión.

Tito Astudillo pidió que se “suspendan” los procesos hasta conocer los resultados de la consulta y el referéndum.

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Su moción tuvo el respaldo de González y Peña, y las críticas de Pauker y Jarrín. Aunque Doris Gallardo se ausentó justo en la votación, pues debía ‘alimentarse’ por su embarazo.

Su ausencia impidió la votación, por lo que este punto se resolverá el jueves.

Lo que sí rechazaron por unanimidad fue el pedido del Consejo Nacional Electoral (CNE) de reemplazar a dos delegados para integrar la Comisión Ciudadana que renueve a tres de sus vocales, pues el concurso público se encuentra en fase de impugnación. (I)