Jackeline, de 49 años, es una nueva víctima de femicidio que eleva la cifra de estos casos a nivel nacional. Ella recibió 15 puñaladas de su expareja y padre de sus tres hijos la tarde del sábado en el cantón Milagro, según familiares de la víctima.

Mario, de 51 años, quien era militar retirado, se ahorcó tras cometer el crimen, pero antes llamó al ECU-911 reportando el hecho.

La Comisión Ecuménica de los Derechos Humanos hasta el fin de semana contabilizaba 136 femicidios.

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Según familiares de Jackeline, todo ocurrió luego de que su hijo menor se fuera a trabajar cerca de las 14:00.

Mariana, hermana de la víctima, explicó que la pareja se habría separado hace casi tres años a causa de los maltratos y constantes amenazas.

Aclaró que aunque vivían en la misma casa, ellos no compartían la habitación. Incluso tenían entradas independientes y a Mario no le estaba permitido ingresar a la habitación de Jackeline.

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Carlos, otro de los hermanos de la asesinada, dijo que ella tenía boleta de auxilio e incluso habría activado el botón de pánico en su celular, pero hace pocos días había cambiado de chip por lo que no funcionaba.

Los allegados a la víctima aseguraron que le habían insistido para que regresara a Manabí, de donde ella era oriunda, pero Jackeline no quería alejarse de sus hijos.

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“Se dedicaba a la repostería y cuidaba a sus dos nietos, por eso permanecía en Milagro a donde vino a vivir con su marido hace más de 25 años porque a él lo asignaron a esa zona cuando era militar”, explicó el hermano de la fallecida.

El cuerpo de la víctima fue encontrado en su habitación por agentes de la Unidad de Muertes Violentas, mientras el exconviviente estaba en otra habitación ahorcado, explicó el coronel Maciel Ochoa, jefe de Policía de Milagro.

Los familiares de los fallecidos manejan la hipótesis de que Mario le estaba pidiendo otra oportunidad a su expareja por lo que incluso habían estado el fin de semana anterior al crimen en Guayaquil paseando con uno de sus nietos.

“La estaba engatusando otra vez, creo que intentó forzarla a algo y cuando ella no se dejó, él la atacó. Estaba enfermo de celos”, dijo Carlos, quien llegó ayer al velorio de su hermana. Ahí se enteró por los vecinos de que Mario solía pegarle a Jackeline con una correa.

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La víctima y su victimario fueron velados en la misma casa donde vivieron 25 años.

Otro caso
En Tumbaco, en el oriente de Quito, el cuerpo de una mujer de 24 años cuyo nombre aún no ha sido difundido por las autoridades fue encontrado ayer en un pozo séptico de 15 metros de profundidad. El Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Policía intervino en la extracción del cuerpo que se realizó durante la madrugada. La Policía Judicial investiga el caso y no se descarta que se trate de un femicidio. Ello lo determinarán las indagaciones. (I)