La obligación de proveer liquidez a la economía ya no solo será responsabilidad del Banco Central del Ecuador (BCE), en caso de que la denominada Ley Orgánica de Reactivación Económica entre en vigencia tal como fue aprobada por la Asamblea el miércoles pasado por una mayoría del movimiento Alianza PAIS (AP).

Este proyecto de ley plantea reformas al Código Orgánico Monetario y Financiero en las que se indica que a más del BCE, las entidades del sistema financiero privado “estarán obligadas a satisfacer oportunamente la demanda de liquidez... de conformidad con las regulaciones que emita la Junta de Política y Regulación Monetaria...”, integrada por delegados del Ejecutivo.

El informe para segundo debate aprobado incluye que para garantizar el dinero circulante en la economía, se establece que cuando la demanda por especie monetaria, que las entidades del sistema financiero nacional hacen al BCE, supere las metas establecidas por la Junta, las remesas hacia el país se realizarán con cargo a los activos externos líquidos de las instituciones financieras, con el fin de eliminar los efectos negativos en la balanza de pagos.

Publicidad

César Robalino, expresidente de la Asociación de Bancos Privados, asegura que el BCE tiene la obligación, desde que nació la dolarización, de proveer el efectivo en moneda fraccionaria y billetes en función de la demanda de los bancos, por ejemplo. “Esa ley faculta a la Junta para que establezca metas como, por decir algo, estos medios de pago en efectivo no pueden crecer más de un millón de dólares al mes, si crece en $ 5 millones, los $ 4 millones se los debita de la liquidez externa de los bancos”, indica Robalino. Esto, agrega, podría reducir lo disponible para créditos.

Al 31 de octubre último, los bancos privados registraron depósitos por $ 27.163 millones y colocaron $ 23.838 millones en créditos, según la Superintendencia de Bancos.

Julio José Prado, director ejecutivo de la Asociación de Bancos del Ecuador, dice que la tasa de concesión de créditos tiene un crecimiento interanual superior al 20%, pero los depósitos no crecen al mismo ritmo. “E   sto es un error conceptual y peligroso porque la liquidez de la banca es de los depositantes... Con esto se pretende que cuando haya problemas de desequilibrio de la economía, los bancos tengan que repatriar capitales para equilibrar la balanza de pagos”, afirma.

Publicidad

Prado dice que “la banca debe tener la capacidad de mover recursos a nivel local, como los depositados en el Banco Central (encaje bancario) y los que están en el exterior, en cuentas de inversiones, para solventar cualquier problema”.

Alberto Acosta Burneo, editor de la publicación económica Análisis Semanal, afirma que esa disposición es peligrosa porque permite al Gobierno meter la mano en la liquidez bancaria como un equivalente a una política monetaria: “El régimen va a poder decir que quiere que haya más liquidez en la economía, por lo que aumenta la meta y les dice a los bancos que traigan la plata”, indica.

Publicidad

Los bancos privados, agrega Acosta, tienen dinero en el exterior como reservas porque deben responder ante un retiro de los depósitos. “Ahora se crea esta especie de política monetaria alternativa con el dinero de los depositantes, entonces es un tema absolutamente inconveniente para la salud del sistema financiero en función de lo que digan los funcionarios de la Junta”, señala. (I)