Venezuela abusó "sistemáticamente" de los manifestantes en las protestas de este año, dijeron este miércoles dos grupos de derechos humanos, incluyendo golpes, uso de gases lacrimógenos en áreas cerradas y obligar a los detenidos a comer alimentos contaminados con excrementos.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, enfrentó cuatro meses de protestas casi diarias para exigir elecciones anticipadas, ayuda humanitaria para combatir la escasez de alimentos y medicinas, el reconocimiento del Congreso dominado por la oposición y libertad para los activistas encarcelados.

Los manifestantes dicen que funcionarios de la Guardia Nacional ejercieron mano dura al reprimir sus protestas, mientras que Maduro afirma que su Gobierno se enfrentó a una "insurgencia armada" con el apoyo de Estados Unidos.

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Más de 120 personas murieron en las protestas, y entre las víctimas se incluyeron manifestantes, simpatizantes del Gobierno, funcionarios de seguridad y transeúntes.

En un reporte conjunto, Human Rights Watch, con sede en Nueva York, y la organización venezolana Foro Penal, con sede en Caracas, documentaron 88 casos entre abril y septiembre, desde uso excesivo de la fuerza durante las protestas a detenciones arbitrarias. Unas 5.400 personas fueron detenidas, y al menos 757 procesadas en tribunales militares, según el documento.

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"Los abusos viciosos generalizados contra los opositores al Gobierno de Venezuela, incluidos los atroces casos de tortura y la absoluta impunidad de los atacantes sugieren la responsabilidad del Gobierno en los niveles más altos", dijo el abogado chileno y director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivancos.

El Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela no respondió a una solicitud de comentarios.

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Descargas eléctricas y golpes

En uno de los casos mencionados, los funcionarios del servicio de inteligencia supuestamente colgaron de un techo a un crítico antigubernamental, de 34 años, y le aplicaron descargas eléctricas mientras lo interrogaban. El hombre, cuyo nombre no fue revelado, fue liberado finalmente y salió de Venezuela.

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En otro caso, un hombre de 32 años detenido durante las protestas en el estado de Carabobo fue supuestamente golpeado durante horas por funcionarios de la Guardia Nacional que también amenazaron con violar a su hija. Dijo que las autoridades también dispararon gas lacrimógeno a su celda.

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Otros entrevistados relataron que los esposaron a un banco de metal, los golpearon con palos y vieron a un hombre siendo violado con una escoba. Al menos 15 detenidos en Carabobo dijeron que las autoridades los obligaron a comer excrementos humanos mezclados con pasta sin cocinar.

El Gobierno no reconoció tales violaciones, según el reporte, y agregó que, en cambio, los funcionarios "a menudo minimizaban los abusos o emitían negaciones generales e inverosímiles".

El Gobierno de Maduro dice que Human Rights Watch está involucrada en una conspiración financiada por Washington para sabotear el socialismo en América Latina.

Autoridades dicen que los activistas de derechos humanos están aliados con la oposición y medios extranjeros y han minimizado la violencia antigubernamental, incluyendo el incidente donde un hombre fue quemado durante una manifestación y ataques con explosivos contra la policía.

Los dos grupos de derechos humanos dijeron que hubo casos de manifestantes que lanzaron piedras y cócteles molotov contra las fuerzas de seguridad, pero que los abusos cometidos por las autoridades fueron mucho más allá de los intentos de calmar los disturbios. (I)