Faltaban pocos minutos para las 12:30 del sábado pasado, el expresidente Rafael Correa se asomó al balcón de la central de Alianza PAIS-Guayas, en Rumichaca y Padre Solano, en el centro de Guayaquil.

Hacía poco sol, como pocos también eran los simpatizantes que lo aplaudían abajo, entre 30 y 40 personas, con carteles y banderas; nada comparado con sus salidas al balcón de Carondelet cuando eran cientos y era el presidente. Su saludo duró menos de un minuto.

Dentro del edificio estaba la prensa, a la que se había convocado. Paola Gutiérrez, parte de su nuevo equipo de comunicación, decía a los periodistas “¿pero qué vas a preguntar?” para anotarlos, ante el rechazo al menos pedía el tema.

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Por el ingreso de prensa, uno de sus colaboradores entró apurado con una camisa blanca con la leyenda en letras verdes “Tiemblen porque Volví”, prenda que al parecer no gozó de la aceptación de Correa, porque minutos después fue sacada y guardada, no vio la luz.

Ya en la rueda de prensa, que duró una hora, empezó a hablar a ‘modo de sabatina’: los agravios, críticas y gestos de desacomodo a ratos acompañaron sus respuestas. Frases ya conocidas en contra de cierta prensa, como “aliados de la derecha” o “cómplices” se volvieron a escuchar, con la diferencia de que esta vez también llegaron a medios estatales como Ecuador TV, quienes retiraron la pregunta que iban a formularle, lo que les valió una reprimenda del expresidente. A El Telégrafo le dijo que ya no hay libertad de prensa porque “ya no lo dejan escribir editoriales”.

Su salida de la central tampoco fue como las de antes, los 30 o 40 simpatizantes se acercaron a la 4x4, saludó a unos cuantos, a los que sus guardaespaldas les permitían.

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Luego fue a comer a Durán. Con carpas y tarima, lo esperaban unas 200 personas, junto con la alcaldesa del cantón, Alexandra Arce, y cantantes. “Presidente, presidente”, lo llamaban algunos invitados al almuerzo popular, donde degustó fritada. En la noche, en el Guasmo, en la Miami Vice, asistió a una “noche cultural”, donde también hubo tarima y los seguidores ocuparon casi una cuadra.

Ayer estuvo en Cuenca, y la pequeña Plaza de El Rollo no se llenó para recibirlo como en épocas de campaña.

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Tras un discurso en el que se dedicó a descalificar a Lenín Moreno y a llamar a sus simpatizantes a rebelarse y a resistir, se retiró en un automóvil negro, sin placas y con vidrios polarizados. En el país estará hasta el próximo lunes.

Frases dichas por Rafael Correa

“Felicidades, Lenín Moreno es un impostor profesional”.

“Ya no solo se meten las manos en la justicia, sino las mangas”.

“Yo tengo fe en mi pueblo, si yo me presentaba (como candidato a la presidencia), ganábamos en una sola vuelta, y ellos lo saben, por eso están haciendo hasta lo imposible para que no vuelva".

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“Se dan cuenta la doble moral, se dan cuenta contra lo que estamos luchando, compañeros. A rebelarnos, a resistir, somos más y venceremos". (I)