El proceso es angustioso y agobiante para la víctima. Surge el temor de la reacción del agresor, muchas por esta razón no denuncian.

Especialistas de Cepam y Fundación María Guare recomiendan un asesoramiento y atención psicológica para afrontar la situación.

Es importante recalcar que toda mujer debe denunciar cualquier tipo de violencia, sea que se manifieste como cachetadas, jalones de cabellos, golpes, insultos o amenazas. El silencio no es una solución.

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A dónde ir

La Policía Nacional y Fiscalía del Guayas, junto a fundaciones aconsejan los siguientes pasos durante un hecho de violencia:

- Acudir a un UPC (Unidad de Policía Comunitaria) o a un Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) más cercano. En estos sitios la víctima puede solicitar ayuda o mecanismos como la activación del botón de pánico.

- Colocar la denuncia en las Fiscalías a nivel nacional.

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- La mujer puede poner la denuncia contra el agresor en las distintas fiscalías del país y solicitar medidas de protección como la boleta de auxilio.

Además, la Fiscalía cuenta con especialistas de la Unidad de Atención en Peritaje Integral (UAPI), donde se implementó el sistema de Cámara de Gesell, que consiste en un ambiente donde se recepta el testimonio anticipado de la víctima.

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Se trata de un espacio adecuado para evitar el contacto de la afectada con el presunto agresor; es decir, así se evita la revictimización.

Si la mujer denuncia, el agresor tiene las siguientes prohibiciones:

- Prohibición a la persona procesada de concurrir a determinados lugares o reuniones.

- Prohibición a la persona procesada de acercarse a la víctima, testigos y a determinadas personas, en cualquier lugar donde se encuentren.

- Prohibición a la persona procesada de realizar actos de persecución o de intimidación a la víctima o a miembros del núcleo familiar por si mismo o a través de terceros.

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- Extensión de una boleta de auxilio a favor de la víctima o de miembros del núcleo familiar en el caso de violencia contra 1a mujer o miembros de1 núcleo familiar. (I)