El expresidente de Chile Sebastián Piñera y el candidato oficialista Alejandro Guillier fueron los más votados ayer en unos comicios en los que la gran sorpresa fue la aspirante del Frente Amplio (izquierda radical), Beatriz Sánchez, que será la llave en el balotaje del próximo 17 de diciembre, que enfrentará a ambos.

Con el 95,49% de las mesas escrutadas, Piñera, el candidato de Chile Vamos (derecha), obtenía el 36,63% de los votos, 14 puntos más que el senador independiente representante de la Nueva Mayoría (izquierda) con el 22,66%, seguido por Sánchez con el 20,33%.

Piñera destacó “el gran resultado electoral” obtenido pese a que la votación del exmandatario, que gobernó en Chile de 2010 a 2014, fue muy inferior a lo que preveían las encuestas.

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Para el analista Kenneth Bunker, “la derecha llega débil a la segunda vuelta. Ahora todo se trata de negociaciones entre Guillier, el Frente Amplio y Marcos Enríquez-Ominami”, las fuerzas de la izquierda, para impedir el regreso de la derecha al poder.

Si en el balotaje triunfara Piñera, Chile seguiría la tendencia de algunos países de la región que recientemente han elegido a presidentes de derecha, como Argentina y Perú.

Para el analista de la Universidad de Santiago René Jara, este resultado “reconfigura completamente el paisaje político chileno”. La votación lograda por Sánchez le da un “poder negociador muy fuerte para la segunda vuelta” al Frente Amplio, dice el analista.

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Con un respaldo de 23% en las encuestas, muchos consideraban que estos comicios eran en cierto modo un plebiscito sobre la gestión de la propia presidenta Michelle Bachelet.

“La historia demostrará que se tomaron las decisiones correctas”, dijo Guillier en el cierre de su campaña.

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Además de presidente, los chilenos eligieron a 155 diputados y la mitad del Senado (que desde ahora tendrá 43 miembros), en unos comicios en que debutó el nuevo sistema electoral proporcional, el voto en el extranjero y la ley de paridad.

Voto en el exterior

“Es histórico”, “sanador”, fueron las frases repetidas por los chilenos que votaron en París en las primeras presidenciales en que los residentes del exterior pudieron sufragar.

Óscar Inostroza, de 80 años, votó con lágrimas en el rostro, después de viajar toda la noche en bus desde Grenoble, en el sureste de Francia.

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“Este es un día histórico, es el gran placer de sentirme ciudadano ahora que ya estoy en el término de mi existencia”, contó a la AFP este profesor jubilado que llegó a Francia como refugiado en 1974.

Esta es la primera vez que los chilenos en el exterior podían votar, tras una reforma impulsada por el gobierno.

En total, 39.137 chilenos residentes en el exterior de los 360.000 habilitados para votar se inscribieron.

En el caso de Ecuador hubo mesas en Quito y en Guayaquil. En esta última estaban empadronados 413 votantes, quienes se acercaron a ejercer su voto desde las 09:00.

Según el cónsul general en Guayaquil, Rodrigo Hume, hubo una muy buena participación, que incluyó desde jóvenes hasta nonagenarios. (I)