Como candidato y como primer ministro de Canadá, Justin Trudeau ha convertido la equidad económica y fiscal en una pieza central de su mensaje político. "Podemos permitirnos hacer más por las personas que lo necesitan haciendo menos por las personas que no lo necesitan", dijo mientras se postulaba para el cargo.

Trudeau había comenzado su campaña por un nuevo tipo de política recurriendo a un amigo cercano para que le ayudara a recaudar los fondos necesarios: Stephen R. Bronfman.

Como experto en finanzas y vástago de una de las familias más famosas de Canadá, Bronfman transformó rápidamente el Partido Liberal de Trudeau de un moribundo mendigo político a un monstruo financiero, que casi duplicó las donaciones en dos años. Como un gesto de agradecimiento, envió a sus donantes miles de pares de guantes con el rojo del Partido Liberal.

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"Justin es muy, muy vendible", dijo una vez Bronfman, de 53 años, a los periodistas. "Tiene un gran nombre, y la gente quiere saber quién es".

Como principal recaudador de fondos del Partido Liberal, Bronfman tomó el puesto de su padrino, Leo Kolber, autoproclamado en broma 'consigliere' de la familia Bronfman y por muchos años pilar del establecimiento Liberal. Kolber dirigió muchas de las empresas de los Bronfman durante décadas y se hizo rico en el proceso.

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Pero mientras el mensaje de Trudeau sobre los impuestos a los ricos resuena entre sus admiradores de todo el mundo, documentos secretos sugieren que la compañía de inversión privada de Bronfman, Claridge, ayudó silenciosamente, durante un cuarto de siglo, a mover millones de dólares offshore a entidades de la familia Kolber que han evitado pagar impuestos en Canadá, Estados Unidos e Israel, a través de un fideicomiso familiar, empresas de fachada y movimientos contables cuestionados por expertos.

Algunos de esos movimientos pueden haber entrado en conflicto con las normas vigentes, según algunos expertos, y se dieron mientras abogados que representaban a Bronfman, a Kolber y a otros clientes con intereses offshore lideraban una campaña de cabildeo que evitó con éxito las medidas enérgicas contra los fideicomisos offshore que habían buscado durante largo tiempo los funcionarios fiscales canadienses.

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Estas operaciones son parte de las revelaciones derivadas de los Papeles del Paraíso, una nueva filtración de archivos que fue investigada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en colaboración con medios y reporteros de 67 países.

Un abogado que representa a los Bronfman y a los Kolber dijo al ICIJ y a la Canadian Broadcasting Corp. que "ninguna de las transacciones o entidades en cuestión se efectuaron o establecieron para evadir o incluso evitar impuestos" y que "siempre estuvieron en plena conformidad con todas las leyes y requisitos aplicables".

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Cualquier "sugerencia de documentación falsa, fraude, conducta 'disfrazada', evasión de impuestos o conducta similar es falsa y una distorsión de los hechos", dijo.

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Las revelaciones se encuentran en archivos internos de la firma de abogados offshore Appleby, con sede en Bermuda, que se filtraron a Süddeutsche Zeitung y se compartieron con ICIJ y más de 90 organizaciones de medios en 67 países. Muchos de los documentos relacionados con los préstamos de Bronfman a los fideicomisos de Kolber pertenecían a una compañía fiduciaria en las Islas Caimán llamada Ansbacher que Appleby adquirió en 2006.

En conjunto, los documentos ofrecen una idea de cómo hay poderosos intereses que trabajan para proteger el sistema financiero offshore en su propio beneficio.

Jugadores de poder en Canadá

Stephen Bronfman es nieto del legendario patriarca Samuel Bronfman, un inmigrante ruso que montó un negocio canadiense de venta de licor que encontró la forma de llegar a Estados Unidos durante la Prohibición y dio origen a la multimillonaria fortuna de Seagram, heredada por sus hijos Edgar y Charles cuando murió en 1971. La familia Bronfman compró o construyó el gigante de bienes raíces Cadillac Fairview Corp., los estudios Universal de Hollywood y el emblemático edificio Seagram de Manhattan, además de tener grandes participaciones en MGM y DuPont. Charles Bronfman es el padre de Stephen.

La Fundación Familiar Samuel y Saidye Bronfman, establecida en la década de 1950, fue una de las entidades filantrópicas más grandes de Canadá, y el apellido de la familia aparece en edificios de la Universidad McGill en Montreal y en un ala del Museo de Israel, en Jerusalén. Un biógrafo familiar escribió en 2016 que "en virtud de su enorme riqueza, la familia Bronfman era el equivalente a la realeza canadiense".

Cuando joven Stephen Bronfman, un fanático del béisbol y amante de la música rock, quería ser esquiador profesional en lugar de empresario. En última instancia, heredó de su padre el control de la empresa de inversión familiar, Claridge Inc., y realizó inversiones en bienes raíces, restaurantes y negocios de entretenimiento. Continuando con la tradición familiar, es un gran filántropo que ha donado millones de dólares a organizaciones benéficas judías, educativas y medioambientales. Después de recaudar casi dos millones de dólares para la exitosa candidatura de Trudeau a la dirección del Partido Liberal en 2013, el ahora primer ministro lo eligió como el principal recaudador de fondos del partido para la victoriosa campaña federal de 2015.

Leo Kolber, nacido en circunstancias modestas, comenzó su carrera en la década de 1950, encontrando pequeños negocios de bienes raíces para Samuel Bronfman, y para 1957 dirigía la firma de inversión privada de los Bronfman. Cuando Stephen Bronfman nació en 1964, Kolber fue nombrado padrino.

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Durante los años en que fue una figura política influyente, Kolber, junto con su hijo Jonathan, movieron activos offshore, con ayuda de los Bronfman. Según los registros filtrados de Ansbacher, Leo Kolber estableció Kolber Trust en 1991 en las Islas Caimán para manejar esos fondos, nombrando a Jonathan Kolber y su "legítimo problema" como beneficiarios del fideicomiso. Millones de dólares en préstamos de los Bronfman ayudaron a financiar el Kolber Trust en sus primeros meses, según los registros. El primero, un préstamo de 9,8 millones de dólares de Charles Bronfman en mayo de 1991, contenía una disposición inusual: "El Préstamo devengará intereses a la tasa que se determine entre las partes de tiempo en tiempo".

A mediados de la década de 1990, el Kolber Trust tenía 38,5 millones de dólares en activos, según documentos de Ansbacher, y sus actividades se entrelazaron con los Bronfman a través de asesores financieros, abogados y préstamos, la mayoría de los fideicomisos de los Bronfman al fideicomiso de los Kolber.

En 1996, el entonces Auditor General de Canadá, L. Denis Desautels, puso el tema de la equidad tributaria en la agenda pública cuando publicó un informe de gran éxito que detallaba un fallo inusual de 1991 de la Agencia Tributaria de Canadá que había permitido a una familia adinerada, que el informe no identifica, sacar 2.000 millones de dólares canadienses del país sin pagar impuestos.

El informe concluyó que "las transacciones pueden haber esquivado la intención de la ley" y que el fallo había privado al tesoro de cientos de millones de dólares. También reveló que altos funcionarios habían desautorizado a los empleados de la agencia que se opusieron a la decisión.

Desautels nunca reveló la identidad de la familia, pero los informes de prensa sí lo hicieron: Charles Bronfman y sus hijos, Stephen y Ellen.

En una entrevista reciente con los socios de ICIJ, CBC y Radio-Canada, Desautel dijo que también estaba preocupado en esa época porque los representantes legales de la familia tenían acceso especial a los funcionarios del gobierno. Pero rehusó nombrar a la familia.

Con la presión pública en favor de una reforma impositiva, el Departamento de Finanzas de Canadá introdujo en 1999 medidas para cerrar los fideicomisos offshore "abusivos" –vehículos utilizados por los acaudalados canadienses para evitar el pago de impuestos en Canadá–. Los funcionarios escribieron que las reglas que limitan los fideicomisos eran fáciles de eludir y que varios paraísos fiscales estaban ayudando a las familias adineradas a ocultar ingresos que normalmente estarían sujetos a impuestos canadienses.

Pero bajo la presión de abogados y cabilderos, el gobierno liberal retiró abruptamente sus propuestas en noviembre de ese año.

Los registros de la Oficina del Comisionado de Cabildeo de Canadá muestran que los abogados que representan a los fideicomisos Bronfman realizaron labores de cabildeo con los funcionarios gubernamentales en torno a los esfuerzos legislativos para gravar los ingresos de los fideicomisos offshore o de otra manera tomar medidas enérgicas contra su uso para evitar pagar impuestos. En 2005, por ejemplo, Michael Vineberg de Davies Ward Phillips & Vineberg, la firma de abogados que representa a los fideicomisos Kolber y Bronfman, se registró para cabildear en nombre de los fideicomisos de Bronfman.

Los documentos muestran que, a lo largo de los años, Appleby tomó nota de los esfuerzos de cabildeo en Canadá para detener la campaña oficial. "Varios grupos están presionando al gobierno canadiense en un esfuerzo por eliminar esta propuesta, pero en este momento no hay garantía de que esto sea exitoso", dijo un director gerente de Appleby en un correo electrónico interno en 2008. "Por lo tanto, necesitamos identificar casos potencialmente afectados y tomar medidas para modificar los términos de los fideicomisos cuando sea posible".

La ley de Canadá que reprime los fideicomisos offshore no se promulgó hasta 2013.

Trudeau sobre el negocio offshore

Desde que Trudeau se convirtió en primer ministro en 2015, su campaña en favor de la equidad tributaria ha tenido sus altibajos. Días después de que ICIJ y sus socios publicaran el proyecto Panama Papers, la investigación del año pasado sobre el sistema financiero global, Trudeau hizo notar que su presupuesto había agregado más de 310 millones de dólares en fondos para la Agencia Tributaria de Canadá para reforzar la lucha de Canadá contra los movimientos para evitar impuestos.

"Lo que hemos visto con el lanzamiento de los Papeles de Panamá es que hay ciertas personas muy adineradas que han logrado encontrar soluciones que evitan que tengan que pagar su parte justa de los impuestos", dijo a los periodistas.

Dos meses más tarde, un comité liderado por los liberales en el Parlamento descartó una investigación no relacionada sobre lo que la Agencia Tributaria de Canadá llamó una "farsa" de impuestos extraterritoriales por parte del gigante contable KPMG que ayudó a los canadienses adinerados a evitar impuestos mediante el uso de empresas ficticias en la Isla de Man. '

Un fiesta de cóctel

En una reunión de gala en Alemania este año, Trudeau abordó la reacción negativa global contra los ricos. "Es hora de pagar un salario digno. De pagar sus impuestos ", dijo. "Y cuando los gobiernos sirven intereses especiales en lugar de los intereses de los ciudadanos que los eligieron, las personas pierden la fe".

En septiembre de 2016, Stephen Bronfman ayudó a organizar una recaudación de fondos con boletos de 1.500 dólares para Trudeau en Westmount, un suburbio de habla inglesa de Montreal y que es uno de los enclaves más ricos de Canadá.

Un recaudador de fondosl liberal atrajo a posibles donantes a la fiesta de cóctel al enviarles un correo electrónico sobre la oportunidad de "formar relaciones y abrir diálogos con nuestro gobierno". Presentada más tarde por la prensa como una fiesta de "acceso por dinero", se celebró en la casa de Leo Kolber. (I)

(Artículo realizado por Harvey Cashore y Ryan Chittum)