La fiesta del Inga Palla supone la celebración más tradicional en el cantón Tisaleo, provincia de Tungurahua y ubicada a 17 kilómetros de Ambato.

En el festejo se evoca la lucha de los indígenas contra los españoles.

Los nativos estaban liderados por el cacique Tisaleo. La escenificación de la batalla se realizó ayer y concitó el interés de decenas de habitantes tungurahuenses, así como de turistas nacionales y extranjeros.

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Fue en 1534, según relatos, que el cacique Tisaleo, al mando de 1.200 hombres, trató de impedir el avance a Quito de las tropas españolas, que estaban conformadas por 200 ibéricos y apoyadas por 11.000 cañaris.

Los españoles estaban liderados por Sebastián de Benalcázar. Los nativos eran aliados de Rumiñahui, pero la victoria no fue para ellos.

Según registros históricos, la inesperada erupción del volcán Tungurahua asustó a los indígenas, que asociaron el hecho a un enojo de sus dioses.

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Priostes, reinas, capitanes, militares fueron personalizados y lucieron coloridos atuendos. El festejo en Tisaleo también alude a la Virgen de Santa Lucía, patrona del cantón. De ahí que los habitantes llevan a sus hijos a consagrarlos. Los niños van vestidos como ángeles, trasladados en una especie de carruaje. La fiesta es animada por bandas de pueblo.

Unos 20.000 visitantes llegan a Tisaleo para presenciar la recreación de la batalla ocurrida hace casi cinco siglos.

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Tisaleo
En el sector El Relleno se realiza la recreación de la batalla entre indígenas y españoles. El Municipio de Tisaleo impulsa un proceso para que la fiesta del Inga Palla sea declarada patrimonio cultural intangible del Ecuador por parte del Instituto Nacional de Patrimonio. El año pasado, técnicos aún recopilaban información. (I)