Un llamado a las instituciones educativas y dedicadas a conservar documentos trascendentales del Ecuador realizó el rector de la Universidad Central, Fernando Sempértegui, con el fin de sumar esfuerzos para la recuperación de la memoria histórica del país. Lo hizo una vez que la entidad empezó a trabajar en la consolidación de un laboratorio científico de restauración, conformado por expertos en recuperación de documentos históricos.

Explicó que para que la restauración científica arroje buenos resultados se debe identificar el microbio que está afectando el tejido del documento que, generalmente, son hongos y bacterias. Se los elimina con un tratamiento microbiológico que no afecta al documento; se restauran páginas y cubiertas de libros quitándoles elementos que han sido adheridos durante su uso, para, finalmente, digitalizar el documento y subirlo al sitio web que ha sido diseñado para estos materiales.

La idea es que este esquema que se está utilizando en el laboratorio de la Universidad Central sea compartido con otras bibliotecas del país, especialmente con aquellas que tienen documentos históricos, como las que existen en Guayaquil, Cuenca, Riobamba, Latacunga y en la misma ciudad de Quito, y hacer una gran cruzada para el rescate de estos importantísimos materiales.

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Informó que en la apertura del año lectivo en la Sierra y Amazonía, la Biblioteca de la U. Central suscribió un convenio con la biblioteca del Colegio Nacional Mejía para restaurar los textos que allí poseen. El testigo de esta firma fue el presidente Lenín Moreno, exalumno de ese plantel quiteño.

Según Sempértegui, están muy cerca de firmar un acuerdo con el Archivo de Indias, que está en Sevilla, España, donde hay centenares de documentos que corresponden a la época de la Real Audiencia de Quito. Eso permitiría a investigadores ecuatorianos acceder a ese material. (I)